<p>Al contrario, el trabajo se torna más costoso, en tantos los equipos industriales se abarata en términos constantes. Esta combinación de factores opuestos explica que el sector privado prefiera los activos tangibles, no los recursos humanos.<br />
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“Quiero el menor número posible de personas en contacto con nuestros productos”, sostiene un extremista como Daniel Mishek, director gerente de Vista Technologies, Minnesota. “Todo debiera ser lo más automatizado posible. Ya no podemos permitirnos competir con China o el sudeste asiático en materia de costos laborales. Especialmente con mano de obra cada vez más cara”. <br />
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Vista produce componentes plásticos para fabricantes de equipos e invirtió en 2010 unos US$ 450.000 en nuevas tecnologías. En ese mismo año, sólo tomó dos trabajadores, cuya paga anual (salarios y otros beneficios) asciende a US$ 160.000. <br />
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A casi dos años de una lenta recuperación, en Estados Unidos incorporar gente es “un proceso lento”, afirman los intransigentes como Mishek. En realidad, el producto bruto interno ha recobrado niveles previos a 2007… pero con siete millones de trabajadores menos. En 2009/10, el gasto empresario en mano de obra ha crecido 2%, pero la producción de hard y software se expandió 26%, de acuerdo con el departamento federal de comercio. <br />
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Semejante rebote en inversiones de capital contrasta con la lentitud en tomar personal. Este fenómeno sucedió una sola vez, tras la recesión de 1982. Con precios de equipos y maquinarias en baja, incentivos tributarios y subsidios a las colocaciones de capital, esas tendencias probablemente se profundicen.<br />
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En EE.UU. gastan más en equipos que en gente
Por lo común, hoy las compañías en pos de oportunidades no las buscan en reclutar personal, sino en inversiones en bienes de capital. Las impulsa el fácil acceso a maquinarias y otros activos, gracias a subsidios e incentivos de diversos tipos. La mano de obra no figura entre ellos.