<p>Hace pocas semanas, en efecto, dos nombres tradicionales en Estados Unidos –Oregon Steel, Ipso- fueron desalojados en sus edificios centrales por el logo de Yevraz. Se trata del conglomerado siderometalúrgico ruso cuyo 41% está en manos de Roman Abramovich. <br />
<br />
Este magnate maneja la segunda fortuna “privada” del país y acaba de comprar la villa más cara de la Costa Azul. Pero la clave es que la F&A trasunta una fuerte tendencia de los oligarcas rusos a tomar activos norteamericanos. Algunos de estos millonarios –como Olyeg Dyeripaska- son en realidad operadores del ex presidente y actual primer ministro, Vladyimir Putin. <br />
Sólo durante este año, señala la consultora Dealogic, empresas moscovitas han tomado activos por US$ 4.200 millones y otros 17.500 millones en el resto del mundo. Por una parte, son firmas relativamente chicas en escala local, pero –por la otra- este fenómeno recién ha comenzado. <br />
<br />
El trasfondo de todo eso es claro: la evolución económica opuesta en EE.UU. y Rusia. Como los jeques de la península arábiga, los magnates eslavos rezuman liquidez y acumulan siderúrgicas, metalúrgicas, mineras, etc. Por el contrario, acosado por el enfriamiento o la estanflación, el sector privado norteamericano vende a rolete. <br />
<br />
A veces, es difícil ganarles a los rusos. Por ejemplo, hace poco, la acería Sparrows Point (Maryland) estaba en venta y el principal interesado –al parecer- era Esmark (Virginia oeste)- De pronto, surgió Syevyerstal y se quedó con la presa pagando US$ 775 millones en mano y haciéndose cargo de 500 millones en deudas. El amo de la compradora es otro multimillonario, Aliexei Mordashov. </p>
<p> </p>
Empresas rusas avanzan en la economía norteamericana
En el decenio 1999-2008, las fusiones y adquisiciones por parte de industrias moscovitas pasaron de casi cero a más de cien. En valor, la suma mundial llegó a unos US$ 22.500 millones. Pero, este año, sólo en el primer semestre.