Empresario brasileño copia el estilo Las Vegas

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En un momento en que los líderes de Brasil no se deciden si deberían pensar en el consumo como antídoto contra la lentitud de la economía, un magnate del minorismo ya tiene su respuesta y lleva el consumismo a la americana a su estilo más chabacano.

Luciano Hang, quien considera a la ciudad de Las Vegas como su ciudad ideal, ha inaugurado este año una tienda por departamentos cada 15 días, desde el sur de Brasil hasta la Amazonia en el noroeste. Cada edificio es un homenaje al capitalismo norteamericano, con columnas que recuerdan a la Casa Blanca  y gigantescas réplicas de la estatua de la Libertad ubicadas en las entradas.

Su filosofía básica es la libertad: libertad para decidir sobre los horarios de apertura al público, libertad para quienes quieren trabajar para él y libertad para decidir dónde comprar.

Los consumidores, atraídos por los bajos precious y la amplia variedad de productos, además de la novedad de que las tiendas se parecen a un parquet temático, llenan los lugares y se sacan fotos como lo harían en un lugar turístico.

Muchos economistas nacionales, sin embargo, no creen que el país debería confiar en el consume para reviver la economía, un patron alimentado por un resurgimiento del crédito en los bancos estatales en un momento en que los niveles de deuda de la gente han llegado a un nivel altísimo.

Dicen que el gobierno debería hacer más para apoyar la inversión en fábricas e infraestructura, empezando por simplificar un sistema impositivo endiabladamente complejo. Medida como porcentaje de la economía, la inversión brasileña es más baja que la de Argentina o México.

Hang, sin embargo, inspirado en la cultura de comprar hasta caerse que observe en sus muchos viajes a Estados Unidos, asegura que para 2015 tendrá 100 tiendas y en algunos años más duplicará esa cifra.

Pero no hay muchos que coincidan en que imitando el consumismo norteamericano o plantando estatuas de la libertad en docenas de ciudades del país se adopta el camino correcto. Para Henrique Perazzi de Aquino, un professor de historia de 53 años, esto revela gran dependencia cultural de Estados Unidos.

Hang dice que está plenamente consciente de que abrazar el consumismo al estilo norteamericano va en contra del ánicmo actual en muchas partes de Brasil, donde las autoridades están furiosas luego de las revelaciones de espionaje de información nacional. Insiste, sin embargo, en que fuera de los círculos políticos  el sentimiento proamericano es muy fuerte.

 

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