jueves, 21 de noviembre de 2024

Elon Musk es oficialmente el dueño de Twitter

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Una de sus primeras medidas fue despedir a varios altos ejecutivos, según trascendió.

Musk compró la empresa en 44.000 millones de dólares, con lo que igualó el precio original que ofreció a principios de esta primavera, antes de intentar echarse atrás en el acuerdo. Se espera que lleve a Twitter a la esfera privada, que reduzca la supervisión de sus contenidos y que despida a miles de empleados.

Elon Musk cerró su acuerdo por US$ 44.000 millones para privatizar Twitter, según tres personas allegadas a la operación. Quedó así terminada una de las sagas de compra más destacadas y difíciles de los últimos tiempos, tras meses de disputas legales entre el hombre más rico del mundo y la plataforma de redes sociales. El multimillonario empresario tomó el mando el jueves por la noche y despidió al director general de Twitter, Parag Agrawal, y al director financiero, Ned Segal. También despidió a Vijaya Gadde, jefe de asuntos legales, política y seguridad de Twitter, y al consejero general Sean Edgett. “El pájaro fue liberado”, tuiteó Musk.

Concluye así una adquisición que pone a Musk, un hombre que se define como “absolutista de la libertad de expresión”, al frente de una plataforma que es popular entre los políticos mundiales y en la que confían millones de usuarios de todo el mundo para obtener noticias.

Musk prometió recortar puestos de trabajo y costos en Twitter, al tiempo que impulsa la innovación de productos en un intento de construir una “súper aplicación” que incorpore pagos, comercio y mensajería. También ha prometido flexibilizar las normas de moderación de contenidos, incluida la reversión de las prohibiciones permanentes, lo que podría allanar el camino para que el ex presidente de EE.UU. Donald Trump, que fue expulsado tras el atentado del 6 de enero de 2021 en el Capitolio de EE.UU., vuelva a la plataforma.

Se espera que Musk, que ya es director ejecutivo de Tesla y SpaceX, actúe como jefe ejecutivo de Twitter hasta que se elija un nuevo liderazgo. Ya ha empezado a asumir su nuevo papel con la ampulosidad que le caracteriza, visitando el miércoles la oficina de Twitter en San Francisco para reunirse con los empleados mientras llevaba una palangana, tuiteando “Let that sink in” (“Dejemos que se hunda”), y cambiando su perfil de Twitter para que diga “Chief Twit”. También dijo a algunos empleados que no tenía intención de recortar el 75% de los puestos de trabajo, desmintiendo un informe anterior. En un tono más serio, Musk trató de asegurar a los anunciantes -que representan la mayor parte de los 5.000 millones de dólares de ingresos anuales de la plataforma- que Twitter no se convertirá en “un infierno de libertad” y que “aspira a convertirla en la plataforma publicitaria más respetada del mundo”.

Musk había acordado inicialmente en abril la compra de Twitter por US$ 54,20 la acción. Unos meses más tarde demandó a la empresa con sede en San Francisco y se echó atrás en el acuerdo, alegando que la plataforma engañaba a los inversores y a los reguladores sobre las cuentas falsas y la ciberseguridad.

La red social se defendió y contrademandó en un intento de obligar al multimillonario a cerrar la compra, lo que desencadenó una tensa batalla legal y una investigación. Apenas unas semanas antes de que ambos se enfrentaran en un tribunal de Delaware por este tema, Musk anunció que estaba dispuesto a comprar la empresa al precio originalmente acordado si se abandonaba la acción legal. Twitter se resistió a una resolución inmediata, y el tribunal ordenó a las partes que encontraran una forma de cerrar el acuerdo antes del 28 de octubre o se enfrentarían a un juicio en noviembre.

Las acciones de Twitter dejarán de cotizar en la Bolsa de Nueva York hoy viernes, según el sitio web de la bolsa. La operación, antes codiciada por los banqueros, podría convertirse en una pesadilla, ya que algunos de los principales nombres del sector de las finanzas respaldadas se enfrentan a fuertes pérdidas. Un grupo de bancos liderado por Morgan Stanley, y que incluía a Bank of America y Barclays, se comprometió a financiar la operación con US$ 13.000 en abril, cuando los mercados de deuda aún eran relativamente estables. Estos bancos normalmente venderían deuda para financiar la operación, pero la volatilidad del mercado les ha dejado pocas opciones aparte de financiarla ellos mismos y mantenerla en sus balances. Musk se ha comprometido a aportar US$ 33.000 millones de capital en total. Ha dicho que ha conseguido al menos US$ 7.000 millones para su oferta de una lista de inversores que incluye al cofundador de Oracle, Larry Ellison, la plataforma de criptomonedas Binance y los grupos de gestión de activos Fidelity, Brookfield y Sequoia Capital.

 

 

 

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