<p> En forma tajante, el ejecutivo desmintió versiones de reunión con Bristol-Myers Squibb, una competidora con la cual tuviera lazos en otro tiempo. Hablando con el “Financial Times”, señaló que, en vez, Eli Lilly se dedicará a promover la expansión de especialidades experimentales, en alianza con pequeñas compañías. </p>
<p>“Estamos ante F&A –añadió- impulsadas en realidad por debilidad. Esto quiere decir combinaciones estratégicas de apuro. Si bien encaran problemas de corto plazo, no resuelven uno de largo aliento: la productividad en materia de investigación y desarrollo”</p>
<p>Varios analistas de la industria, nada desinteresados, hacen punta dejando trascender que Ely Lilly no tendrá otro remedio que sumarse a las “reestructuraciones” en gran escala. Pero, curiosamente, éstas parece haber concluido con tres F&A: Pfizer-Wyeth, Merck-Schering Plough y Roche-Genentech.</p>
<p>El motor del proceso era en efecto la necesidad. Concretamente, la paulatina expiración de patentes de exclusividad, lo cual les abre paso a los genéricos. Por ende, a una caída de precios. Al mismo tiempo, han fracasado varios proyectos de medicamentos –reduciendo la cartera de innovaciones caras- y se viene una reforma en los programas federales de salud. </p>
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Eli Lilly desdeña la onda de fusiones
John Lecheleiter, director ejecutivo del laboratorio, salió a criticar la actual moda de fusiones y adquisiciones en su negocio. Por supuesto, descartó que su empresa participe en el fenómeno, pese al clima de presiones imperante.