No sólo se paralizará este año el crecimiento de la producción sino que a las petroleras les resultará cada vez más difícil reunir los fondos que necesitan para mantener las perforaciones en lugares no convencionales, como acaba de vaticinar un informe de la firma de asesoría IHS.
El vicepresidente de IHS Energy, Jim Burkhard, dijo en una entrevista que el famoso crecimiento norteamericano se va a achatar en unos pocos meses. Gracias a la adopción generalizada de técnicas de fracking, la producción petrolera total en ese país pasó de 7 millones de barriles diarios en 2013 a más de 9 millones hoy. El último informe de IHS, sin embargo, anuncia que ese fenomenal crecimiento se va a estabilizar en 9,5 millones de barriles diarios en el segundo trimestre de 2015, presumiendo que los precios de la cota referencial del West Texas Intermediate se mantenga por debajo de US$ 60.
Un obstáculo teórico al recupero del shale, que sería el agotamiento de todos los lugares más productivos, no parece ser un problema real, al menos por ahora. El mayor peligro está en el financiamiento. Cuando el petróleo convencional estaba todavía en US$ 100, la exploración y producción del sector ya arrojaba un importante déficit, Las compañías financiaban sus programas de perforaciones con una llegada permanente de capitales extranjeros.