Dicen que su fortuna personal ronda los US$ 35.000 millones pero eso no parece entrar en contradicción para que Ma sea uno de los 88 millones de personas que paga su cuota mensual y asiste a las reuniones regulares del partido y hasta se somete a veces a un proceso de autocrítica para mejorar su comprensión ideológica.
Jack Ma, quien ha dicho que quiere desarrollar China, desarrollar el socialismo y desarrollar el marxismo es un estridente defensor de la forma en que Xi Jinping negocia con las firmas extranjeras que se quejan cuando no puedenacceder al mercado de China.
Algunos explican que para avanzar en China, para lograr poder, es necesario pertenecer el PC. Los líderes, los burócratas, los funcionarios. Podría ser que Ma se afilió porque cree que el modelo chino funciona. Un modelo que convirtió al país en una usina económica mientras un puñado de unas 100 empresas estatales siguen siendo fundamentales para el control que ejerce el gobierno de la economía y el PC gobernante se mantiene en el poder.
Aunque ya anunció que se retira el año que viene la noticia de su pertenencia a un partido que exige a sus afiliados prioridad frente todos los demás intereses personales, es—como mínimo—sorprendente.