Lee, vicepresidente de facto y líder de facto, se vio envuelto en un escándalo de tráfico de influencias que derrocó al gobierno de la ex presidenta de Corea del Sur Park Heun Hye, quien también terminó en prisión.
Lee había sido sentenciado a cinco años de prisión en agosto de 2017 por cargos de soborno y malversación de fondos, pero salió libre después de menos de un año cuando un tribunal de apelaciones desestimó algunos de los cargos y suspendió la sentencia.
El caso involucró a la ex presidenta Park Guen-hye, quien también se encuentra en prisión por soborno y corrupción. Samsung Electronics fue fundada por el abuelo de Lee, quien es jefe de facto desde 2014.
Lee hizo unas breves declaraciones a la prensas a la salida de la cárcel. “He causado mucha preocupación a la gente. Pido mil disculpas”, dijo. “Estoy escuchando las preocupaciones, las críticas, y las expectativas que se tiene de mí. Trabajaré duro”: .
El ejecutivo de 53 años, fue condenado a dos años y medio de prisión por una Fue acusado de pagar el equivalente de US$ 37,7 millones a dos ONG operadas por Choi Soon-sil, amigo de Park, ia cambio de apoyo político, apoyo ue supuestamente incluiría respaldo a una controvertida fusión de Samsung que preparaba el terreno para que Lee se convirtiera en el jefe del conglomerado.
El acuerdo necesitaba apoyo del fondo de pensión nacional manejado por el gobierno.
El ministro de justicia dijo que tomó la decisión de liberar a Lee después de considerar los efectos de la pandemia en la economía surcoreana y los mercados globales. En un comunicado, la oficina del presidente Moon Jae-in dijo que su liberación fue decidida en el interés nacional y pidió comprensión.
No obstante, la libertad condicional de Lee incluye cinco años de restricciones comerciales. No está claro si podrá manejar la compañía a menos que obtenga una exención. También necesitará aprobación para cualquier viaje al exterior.
También se lo está investigando por fraude y manipulación de capitales y si se lo encuentra culpable podría volver a la cárcel.
La libertad condicional parece ser una decisión económica del Ministro de Justicia surcoreano. Liberar al heredero de Samsung y ayudar a la recuperación del país en pandemia. Pero se hace con un costo político alto. El presidente Moon Jae-in llegó al poder con una firma promesa de quebrar los lazos entre la gran empresa y el gobierno.
Millones de personas protestaron durante meses pidiendo el juicio político de su antecesora Park Geun-hye y más de mil grupos cívicos relacionados con esas protestas redactaron una carta pidiendo que el llamado “Príncipe de Samsung” no sea perdonado.
Pero lasl presiones por liberar a Jay Y Lee provinieron de la Cámara de Comercio de Estados Unidos y de Samsung. Las empresas norteamericanas argumentaron que su liberación era vital para ayudar a combatir la escasez de chips de computación. Samsung se encuentra actualmente meditando si realizar una inversión multimillonaria en instalaciones para semiconductores en Estados Unidos.
Hay que mencionar también que a principios de este año Surcorea cambió una ley para permitir a los prisioneros la posibilidad de salir en libertad condicional una vez cumplido el 60% de su condena. Eso permitió a Lee ser liberado. No se le ha concedido el perdón.