El crecimiento del fútbol femenino ha transformado el panorama deportivo y comercial a escala global. De acuerdo con proyecciones de Deloitte, los ingresos del deporte femenino de élite alcanzarán US$ 2.350 millones en 2025, situando al fútbol como protagonista central de este desarrollo.
La expansión de la base de seguidores es otro indicador relevante: estimaciones de Nielsen prevén un aumento del 38% hacia 2030, superando los 800 millones de fans en todo el mundo y ubicando al fútbol femenino entre los cinco deportes más consumidos. Sin embargo, persiste una brecha entre el alcance de audiencias y la monetización, ya que, por ejemplo, la liga femenina NWSL en Estados Unidos duplica en promedio las audiencias de la MLS masculina, pero recibe cinco veces menos en derechos televisivos.
El poder económico de las aficionadas resulta determinante. Un estudio global señala que las mujeres controlan US$ 31,8 billones del gasto mundial y representarán el 75% del gasto discrecional global en 2028. En el ámbito deportivo, el 95% de las fans toma decisiones de compra en el hogar y el 84% lo hace en productos vinculados al deporte. Además, el 72% de las mujeres se declara fanática activa de alguna disciplina y, específicamente en fútbol femenino, su consumo es hasta tres veces mayor que el de los hombres.
El retorno de inversión (ROI) para las marcas que apuestan por el fútbol femenino puede ser hasta tres veces superior al masculino, especialmente con activaciones orientadas a un público femenino. Según Women’s Sport Trust, el 86% de las empresas que invirtieron en deportes femeninos afirma que sus expectativas se cumplieron o superaron.
En este contexto, The Women’s Cup (TWC) se posiciona como plataforma global organizadora de torneos internacionales y generadora de un ecosistema de entretenimiento vinculado al fútbol femenino. “Con The Women’s Cup buscamos construir una plataforma mundial que fomente el cambio de mentalidad: unir audiencias, marcas y contenido premium alrededor del fútbol femenino, con activaciones globales y modelos medibles de ROI”, explicó John Paul Reynal, CEO y fundador del torneo.
La última edición en Milán combinó deporte de élite, experiencias para fans y activaciones de marcas con transmisión internacional, consolidando el potencial comercial y cultural del fútbol femenino. “Para quienes apuesten temprano, la recompensa puede ser mayúscula. El fútbol femenino no es ya un proyecto en construcción: es la próxima gran plataforma de entretenimiento, negocio y cultura global. Y The Women’s Cup, con su modelo internacional, su alianza con plataformas de streaming y su integración con moda y lifestyle, se posiciona como uno de los catalizadores de este movimiento”, finalizó John Paul Reynal.












