La pesca y comercialización de esta especie está sometida a un estricto control en toda Europa debido a la alarmante disminución de poblaciones en los mares. El peligro de extinción es tan grande que la Unión europea decretó un “cupo cero” para vetar todo movimiento con terceros países. Se trata de una especie protegida cuyo comercio internacional está prohibido desde 2009. Sin embargo, el mercado negro sigue funcionando en la más absoluta clandestinidad.
“El comercio ilegal de angulas europeas, que era inmenso –más de 100 toneladas enviadas a Asia — nunca se interrumpió, dice Florian Stein, investigador que vigila el mercado negro de anguilas para el Sustainable Eel Group de Bruselas. “ simplemente se convirtió en completamente invisible después de la prohibición”.
El Servicio de Protección de la Naturaleza de la Guardia Civil española desmanteló en abril de 2018 una red criminal que se dedicaba al menos desde 2016 a exportar de manera ilegal angulas desde España a los principales mercados asiáticos y detuvieron a marroquíes, españoles y chinos.
Tras el desmantelamiento de varias empresas ilegales españolas la guardia civil descubrió que ciudadanos chinos implantaron sus propias redes para ocuparse de todas las etapas del tráfico ilegal de angulas. Un proceso en el que se engloban diferentes delitos: cContrabando, delito contra la fauna, blanqueo de capitales y organización criminal.
El beneficio neto por cada kilo de angula que salía de España hasta el año 2018 era de unos 7.500 euros. Su principal destino era China, en donde los alevines se crían para convertirlos en anguilas. Allí los engordan hasta que adquieren medio kilo de peso, las sacrifican, las engordan y las venden a otros países, principalmente Japón, donde la carne de anguila es muy preciada.
El Servicio de Protección de la Naturaleza de la Guardia Civil española desmanteló en abril de 2018 una red criminal que se dedicaba al menos desde 2016 a exportar de manera ilegal angulas desde España a los principales mercados asiáticos , En el proceso detuvieron a marroquíes, españoles y chinos.
Según datos del Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil, cada kilo de angulas puede tener unos 3.000 ejemplares y el kilo se paga de media a unos 1.500 euros, aunque a veces se llega a pagar hasta 2.300 euros/kg. Si se tiene en cuenta que se les puedan morir en el trayecto 500, pues las angulas se estresan mucho y hay que tratarlas con mucho cuidado, les quedan unos 2.500 ejemplares en un kilo. Las engordan y cuando pesan unos 600 gramos les cortan la cabeza , las evisceran y se quedan con unos 500 gramos cada ejemplar. Con 2.500 ejemplares de medio kilo cada uno, tenemos ya 1.250 kilos de anguilas. Así que los márgenes de beneficio son enormes, multiplican por 60 veces la inversión que hacen, según cifras de Europol.”
En la lucha contra su expolio participan junto a España, Francia, Portugal, España, Reino Unido, Holanda y Suecia.
