Netflix está desafiando a los estudios tradicionales mientras nuevas operaciones y fusiones están cambiando el escenario de Hollywood. El servicio de streaming podría marcar un quiebre en la forma en que se hacen las películas de Hollywood online ha invertido más este año que los grandes estudios cinematográficos.
Disney, sin embargo, está dispuesta a no allanarle el camino a su nuevo rival. Este año las ventas en boleterías en Estados Unidos crecieron 7% ( a US$ 11.900 millones) según Comscore. Invirtió US$ 70.000 millones en la compra de Fox Studio, que a su vez tiene la marca 20th Century Fox. Así consiguió los derechos de Avatar, X-Men y Deadpool, que tuvieron muy buen desempeño en boleterías.
La integración de Disney y Fox consolidan la industria todavía más. La fusión reduce el número de estudios en Hollywood de seis a cinco y se perderán miles de puestos de trabajo. Muchos ejecutivos se preguntan qué significará la fusión para el futuro creativo de Fox, uno de los estudios más grandes y con más historia del mundo.
La consolidación se produce en momentos en que Netflix, y en menor medida Amazon, sigue avanzando hacia el territorio del cine. Netflix, en la actualidad, está haciendo 55 películas por año. En comparación, Universal sacó 36 este año.
Con el cine no ha pasado todavía lo que con la música y la televisión, que fueron copados por los servicios online. Ir al cine está visto como una experiencia totalmente diferente de ver una película en casa. Pero eso puede cambiar ahora que las compañías tecnológicas están invirtiendo tan intensamente en la industria. Netflix acaba de entrar al negocio del cine, pero todo indica que la actividad se acelerará.
