En la situación actual, el magnate australiano nacionalizado estadounidense “tiene leve ventaja”, opinaba Diller antes de confirmarse la venta de Reuters a Thomson. Por su parte, dos medios conservadores (“Wall Street journal”, “Financial times”) le tienen más fe –o temor- a la “vieja magia negra” de Murdoch.
El panorama en realidad no ha cambiado desde que varios miembros del clan Bancroft, que controla la firma responsable del propio WSJ, se declararon contra la propuesta de US$ 5.000 millones formulada por News Corporation. Esta oferta cotizaba en US$ 60 la acción de Dow Jones.
Las opiniones de Diller pesan, pues el hoy inversor especializado ayudó a erigir Fox Boardcasting Company, base del imperio Murdoch, hace unos veinte años. Ahora, Fox es una de las principales cadenas televisuales norteamericanas y, de lejos, la más conservadora y fiel a un George W.Bush en declinación.
Al trascender la propuesta de Murdoch por Dow Jones, hecha en abril pero difundida recién este mes, mnchos supusieron que se desataba otra ola de fusiones y adquisicones en el negocio mundial de medios. Poco después, en efecto, apareció la compra de Reuters por Thomson, en un segmento que interesa a News Corp., la información especializada. Con un incentivo nada desdeñable: Murdoch es sinónimo de prensa amarilla y precisa algo como el WSJ para mejorar esa imagen.
En la situación actual, el magnate australiano nacionalizado estadounidense “tiene leve ventaja”, opinaba Diller antes de confirmarse la venta de Reuters a Thomson. Por su parte, dos medios conservadores (“Wall Street journal”, “Financial times”) le tienen más fe –o temor- a la “vieja magia negra” de Murdoch.
El panorama en realidad no ha cambiado desde que varios miembros del clan Bancroft, que controla la firma responsable del propio WSJ, se declararon contra la propuesta de US$ 5.000 millones formulada por News Corporation. Esta oferta cotizaba en US$ 60 la acción de Dow Jones.
Las opiniones de Diller pesan, pues el hoy inversor especializado ayudó a erigir Fox Boardcasting Company, base del imperio Murdoch, hace unos veinte años. Ahora, Fox es una de las principales cadenas televisuales norteamericanas y, de lejos, la más conservadora y fiel a un George W.Bush en declinación.
Al trascender la propuesta de Murdoch por Dow Jones, hecha en abril pero difundida recién este mes, mnchos supusieron que se desataba otra ola de fusiones y adquisicones en el negocio mundial de medios. Poco después, en efecto, apareció la compra de Reuters por Thomson, en un segmento que interesa a News Corp., la información especializada. Con un incentivo nada desdeñable: Murdoch es sinónimo de prensa amarilla y precisa algo como el WSJ para mejorar esa imagen.