El ex ejecutivo “encabezó un largo, complejo fraude”, señala en el fallo el juez federal (distrito de Brooklyn) Leo Glasser. A los doce años de prisión se añade en embargo por US$ 8.000.000. El magistrado ordenó al reo presentarse el 27 de febrero próximo a las puertas de la cárcel, pues para entonces se habrá agotado el lapso cubierto por la fianza.
Probablemente no haya apelación, porque Kumar se declaró en abril –justo al iniciarse el juciio- culpable de ocho cargos: fraude, conjura, obstrucción de justicia y delitos relacionados. Según se presume en el sector, el hindú confesó para cubrir al ideólogo de esos delitos, Charles Want, chino étnico fundador y poder real durante años en CA.
“Los excesos de codicia admitidos por el procesado exigían un veredicto aleccionador para la actividad tecnológica. Pude haberle aplicado –explica el juez- el máximo previsto por las norma federales; o sea, prisión perpetua”. Habría sido demoledor para un hombre que, con 44 años, todavía tiene mucha vida por delante.
Esta sentencia, pues, es inferior a los 24 años y medio dictados a los dos máximos responsables de una estafa ya clásica, la de Enron en 2001. Uno de ellos, Jeffrey Skillings, ya la cumple, pero el otro -Kenneth Lay- falleció justo mientras lo sentenciaban. Varios miembros del clan Bush estuvieron en los funerales.
Otro clásico, Bernard Ebbers (ex CEO de WorldCom) purga 25 años. Dennis Kozlowski, ex presidente de Tyco International, también fue condenado a 25 años, en tanto el grecoamericano John Rigas (Adelphia Communications) debe cumplir quince años a la sombra.
En esencia, Kumar y oros ejecutivos antedataron contratos para inflar ingresos en la entonces Computer Associates International, segunda fabricante mundial de grandes computadoras y servidores. Glasser se negó a aceptar las disculpas públicas del reo. “Kumar esperó hasta la víspera del proceso y, aun así, sostuvo que nada había tenido con ver con el borrado de evidencias en una computadora portátil”. Algunos sospechan que esos archivos hubiesen comprometido a Wang mismo.
El ex ejecutivo “encabezó un largo, complejo fraude”, señala en el fallo el juez federal (distrito de Brooklyn) Leo Glasser. A los doce años de prisión se añade en embargo por US$ 8.000.000. El magistrado ordenó al reo presentarse el 27 de febrero próximo a las puertas de la cárcel, pues para entonces se habrá agotado el lapso cubierto por la fianza.
Probablemente no haya apelación, porque Kumar se declaró en abril –justo al iniciarse el juciio- culpable de ocho cargos: fraude, conjura, obstrucción de justicia y delitos relacionados. Según se presume en el sector, el hindú confesó para cubrir al ideólogo de esos delitos, Charles Want, chino étnico fundador y poder real durante años en CA.
“Los excesos de codicia admitidos por el procesado exigían un veredicto aleccionador para la actividad tecnológica. Pude haberle aplicado –explica el juez- el máximo previsto por las norma federales; o sea, prisión perpetua”. Habría sido demoledor para un hombre que, con 44 años, todavía tiene mucha vida por delante.
Esta sentencia, pues, es inferior a los 24 años y medio dictados a los dos máximos responsables de una estafa ya clásica, la de Enron en 2001. Uno de ellos, Jeffrey Skillings, ya la cumple, pero el otro -Kenneth Lay- falleció justo mientras lo sentenciaban. Varios miembros del clan Bush estuvieron en los funerales.
Otro clásico, Bernard Ebbers (ex CEO de WorldCom) purga 25 años. Dennis Kozlowski, ex presidente de Tyco International, también fue condenado a 25 años, en tanto el grecoamericano John Rigas (Adelphia Communications) debe cumplir quince años a la sombra.
En esencia, Kumar y oros ejecutivos antedataron contratos para inflar ingresos en la entonces Computer Associates International, segunda fabricante mundial de grandes computadoras y servidores. Glasser se negó a aceptar las disculpas públicas del reo. “Kumar esperó hasta la víspera del proceso y, aun así, sostuvo que nada había tenido con ver con el borrado de evidencias en una computadora portátil”. Algunos sospechan que esos archivos hubiesen comprometido a Wang mismo.