Este año el evento anual más importante de la aeronavegación comercial, El Farnborough Air International Show se realizó entre el 10 y el 24 de julio por Webinar. El acontecimiento abrió y cerró en un clima sombrío y de gran preocupación.
Las aerolíneas, que están vendiendo muchos menos pasajes debido a las restricciones impuestas a los viajes, la industria que hace posible los viajes aéreos debe hacer un replanteo total. Muchas firmas han debido despedir a miles de trabajadores y no saben hasta dónde van a seguir cayendo.
El complejo industrial es vasto. Según cifras que da esta semana The Economist, el año pasado viajaron 4.500 millones de personas. Hubo más de 100.000 vuelos comerciales diarios. Esos viajes sostenían en forma directa 10 millones de empleos: 6 millones en los aeropuertos, entre personal de negocios, cafés y restaurantes, manipuladores de equipaje, cocineros de las comidas de a bordo y demás, 2,7 millones de empleados de aerolíneas y 1,2 millones en fabricación de aviones. En 2019 todos ellos ayudaron a generar ingresos de US$ 170.000 millones para los aeropuertos del mundo y US$ 838.000 millones para las aerolíneas. Airbus y Boeing, el duopolio que encabeza la cadena de suministro de aviones, tuvieron entre las dos ventas por valor de US$ 100.000 millones. Para la industria aeroespacial en su totalidad las ventas se acercaron a los US$ 600.000 millones. Si a eso se le agregan las agencias de viajes los ingresos anuales en tiempos normales cerca de US$ 1,3 billones (millones de millones) solo para las firmas cotizantes.
Los jefes de las aerolíneas están revaluando las tendencias en número de pasajeros, que antes de que llegara el coronavirus se calculaban que se duplicarían en los próximos 15 años, como lo han venido haciendo sistemáticamente desde 1988. En lugar de aumentar 4% este año, los ingresos del transporte aéreo caerán 50% a US$ 419.000 millones. Después de 10 años de una rentabilidad inusual los US$ 100.000 millones de pérdidas que se calculan para los próximos dos años equivalen a la mitad de las ganancias netas nominales desde la segunda guerra mundial, según la consultora Aviation Strategy.