La confidencialidad se mantuvo a rajatabla y el jueves pasado se conoció la noticia que sacudió el mercado latinoamericano. Es que el anuncio de la formación de una alianza estratégica que, por primera vez, combina las fortalezas de aerolíneas líderes en Norteamérica y Latinoamérica no solo afecta a ambas compañías, si no que genera un cimbronazo en Gol, Aeroméxico, American Airlines, oneworld, Skyteam, Qatar Airways y hasta en Aerolíneas Argentinas.
En concreto, Delta invertirá US$ 1.900 millones por una participación del 20% de LATAM a través de una oferta pública con un precio de US$16 por acción, que se financiará principalmente con nueva deuda y caja disponible, e invertirá otros 350 millones para apoyar la creación de la alianza. A su vez, se hará cargo de cuatro aeronaves Airbus A350 de LATAM y ha acordado asumir los compromisos de compra del grupo latinoamericano por 10 A350 adicionales con fecha de entrega a partir de 2020.
Así, Delta tendrá representación en el Directorio de LATAM y ofrecerán conjuntamente más de 435 destinos alrededor del mundo, transportando a más pasajeros que cualquier otra alianza.
Los mensajes que deja la llegada de Delta Airlines a LATAM Airlines Group
La compra -¿inicial?- del 20% de Latam por parte de Delta, además de la contundencia de la noticia, encierra dos claros mensajes. El primero, global, no hace más que confirmar hacia dónde va el negocio aerocomercial. Como antes lo hizo el sector financiero o la industria automotriz, el mundo va necesariamente hacia la concentración.
No es difícil suponer que en un tiempo no muy lejano solo queden 2 o 3 mega grupos de aerolíneas en Estados Unidos, que a su vez harán acuerdos con 2 o 3 grandes conglomerados europeos y 2 o 3 asiáticos, a los que terminarán por integrase empresas potentes como Qantas de Oceanía, Air Canada de Norteamérica o algunas latinoamericanas.
El segundo paso será la integración, a su vez, de estos grandes grupos entre sí terminando por globalizar, finalmente, también los cielos. Es probable que no se diluyan totalmente las identidades de las aerolíneas, pero si habrá una integración de sus sistemas de comercialización, sus flotas serán intercambiables, el mantenimiento integrado, lo mismo que las operaciones, los espacios en los aeropuertos, etc.
Solo quedarán fuera de estos grupos empresas regionales, de servicio punto a punto, aerolíneas vacacionales y low cost, si es que logran sobrevivir con su modelo. Las que a su vez también deberán hacer acuerdos con los grandes transportadores. Esto hace rato que está en camino y nada, pese a algunas regulaciones que solo retardan los procesos, parecen poder cambiar el rumbo.
Latam para integrarse a Delta no dudó en anunciar su salida de oneworld, para acercarse a SkyTeam que encabeza la empresa norteamericana y que también integran en la región Gol, Aeroméxico y Aerolíneas Argentinas. Nada es eterno.
* Tomado de Aviación News, la newsletter especializada en la actividad aerocomercial que dirige Santiago García Rúa.