En efecto, la autoridad supervisora sospecha irregularidades en la contabilidad de la compañía y eso le impide dar a publicidad las cifras del último informe financiero. Ya el jueves, la acción perdía 4,5% en el Nasdaq compuesto, principal panel tecnológico de Nueva York. Originalmente, los resultados se esperaban para el viernes, junto con los de su rival inmediada, Hewlett-Packard.
La revisión dispuesta hace un tiempo por la SEC comprende los últimos cinco trimestrales hasta junio de 2006. Ahora, eso se ha convertido en investigación lisa y llama, agregando el período agosto-octubre.
La nueva situación aumenta presiones sobre el director ejecutivo, Kevin Rollins, empeñado en mejorar ventas y elevar utilidades de la firma tejana. Justamente en el III trimestre de su ejercicio, Dell perdió a manos de H-P la primacía global en materia de computadoras. ¿Por qué? Por el mal servicio prestado a los clientes.
Ése es uno de los grandes tabúes del negocio. A punto tal que Mark Hurd, CEO de H-P, lo aprovechó para sacar ventaje y, en el mismo trimestre, lograr un récord de ventas. “Dell viene cometiendo errores desde 2004, en cuanto a atender clientes y mantener calidad de productos. Ahora, empieza a pagarlos”, señala el fondo Atlantic Trust Stein Rose, que administra US$ 16.000 millones en papeles del sector. “Entretanto, H-P comienza a desbordar sus propias expectativas”.
Agobiada por la complejidad de las preguntar formuladas en la SEC y las investigaciones de su propio comité auditor interno, la firma postergó hasta fin de mes los resultados del lapso cerrado –merced a una extravagancia contable- el día 3. Al respecto, la plaza cree que DC revelará pérdidas por tercer trimestre seguido.
En efecto, la autoridad supervisora sospecha irregularidades en la contabilidad de la compañía y eso le impide dar a publicidad las cifras del último informe financiero. Ya el jueves, la acción perdía 4,5% en el Nasdaq compuesto, principal panel tecnológico de Nueva York. Originalmente, los resultados se esperaban para el viernes, junto con los de su rival inmediada, Hewlett-Packard.
La revisión dispuesta hace un tiempo por la SEC comprende los últimos cinco trimestrales hasta junio de 2006. Ahora, eso se ha convertido en investigación lisa y llama, agregando el período agosto-octubre.
La nueva situación aumenta presiones sobre el director ejecutivo, Kevin Rollins, empeñado en mejorar ventas y elevar utilidades de la firma tejana. Justamente en el III trimestre de su ejercicio, Dell perdió a manos de H-P la primacía global en materia de computadoras. ¿Por qué? Por el mal servicio prestado a los clientes.
Ése es uno de los grandes tabúes del negocio. A punto tal que Mark Hurd, CEO de H-P, lo aprovechó para sacar ventaje y, en el mismo trimestre, lograr un récord de ventas. “Dell viene cometiendo errores desde 2004, en cuanto a atender clientes y mantener calidad de productos. Ahora, empieza a pagarlos”, señala el fondo Atlantic Trust Stein Rose, que administra US$ 16.000 millones en papeles del sector. “Entretanto, H-P comienza a desbordar sus propias expectativas”.
Agobiada por la complejidad de las preguntar formuladas en la SEC y las investigaciones de su propio comité auditor interno, la firma postergó hasta fin de mes los resultados del lapso cerrado –merced a una extravagancia contable- el día 3. Al respecto, la plaza cree que DC revelará pérdidas por tercer trimestre seguido.