<p>En la nueva situación, sostiene el ejecutivo peninsular, “hay sólo cincuenta entre cien posibilidades de sacar adelante las negociaciones”. Mientras tanto, en Alemania también se teme por las tratativas en relación a 19,9% del paquete Chrysler, en manos de Daimler.</p>
<p>“No tengo la menor duda de que, si las cosas no marchan, esto se dará por terminado”, sostuvo Marchionne hablando con el “Toronto Globe & Mail”. “No podemos comprometernos con la empresa si no divisamos luz al extremo del túnel”. Duras palabras.</p>
<p>La entrevista sacudió Detroit, Washington y Turín. Máxime luego de que Fiat confirmase los términos de la entrevista. Poco familiarizado con el contexto laboral norteamericano, el directivo criticó más abiertamente “la rigidez de Canadian Auto Workers”. Marchionne pretende niveles salariales similares a Toyota o Honda en Estados Unidos.</p>
<p>Mientras mantenga el principio de acuerdo firmado en enero –aportar tecnología y compartir plantas con Chrysler-, Fiat tiene las cartas necesarias para decidir el futuro: el gobierno le dio a Roberto Nardelli hasta fin de mes para cerrar una alianza –sin mencionar a Fiat- o pedir quiebra. Todo esto es irónico porque, el lunes, circulaba la versión de que Marchionne reemplazaría a Nardelli.</p>
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De pronto, Fiat se pone muy dura con Chrysler
Sergio Marchionne, director gerente del grupo italiano, se declaró listo para abandonar la alianza con la tercera automotriz de Detroit. Esto puede ocurrir si no arranca concesiones a United Auto Workers y su contraparte canadiense.