Tras siete largos meses, con un vuelo conectando a Ezeiza con Jujuy, Aerolíneas Argentinas dio por iniciado el retorno de los vuelos regulares de cabotaje en Argentina (en teoría únicamente para trabajadores esenciales, personas que deban realizarse tratamientos médicos y otras que exhiban “razones de fuerza mayor”). Habían pasado más de 200 días sin vuelos regulares, con tiempo suficiente como para que en el arranque no hubiera sorpresas ni inconvenientes. Pero las hubo. Después habrá que ver si la responsabilidad está en la improvisación de las autoridades nacionales o en el amateurismo de los gobernadores.
Mientras cada provincia enviaba los requisitos que solicitaba a los pasajeros, la aerolínea estatal debió modificar su programación inicial para poder adecuarse a las resoluciones provinciales y dar tiempo a los pasajeros a hacerse los test en donde son requeridos. Desde la compañía estimaban una ocupación promedio del 70%, aunque los datos parecen estar aún muy por debajo de esa cifra. “Si bien nunca dejamos de operar vuelos, estamos felices de poder hacerlo nuevamente de manera regular. Esperamos que este reinicio de las operaciones sea beneficioso tanto para los pasajeros que necesitan utilizar el servicio aéreo, así como también para la compañía.”, expresó Pablo Ceriani, CEO de Aerolíneas. Mientras tanto, Jetsmart tenía todo previsto para retomar vuelos el viernes pasado desde El Palomar, pero al no recibir autorización de parte de la ANAC, no tuvo más opción que cancelarlo a último momento. Luego se sumaría el capítulo ORSNA-ANAC-y la no habilitación del aeropuerto Low Cost (ver nota aparte).