Es posible rechazar sin dejar mal a la persona que hace el ofrecimiento. La experiencia puede ser hasta transformadora porque saber lo que uno no quiere puede servir para aclarar lo que sí anda buscando y orientar la voluntad hacia esa otra meta.
Aquí hay cinco consejos para que la próxima vez que tengas que rechazar la experiencia no sea tan negativa para ambas partes.
Decir la verdad
Esto puede resultar obvio, pero confundir a alguien sobre las razones por las cuales estás rechazando lo que ofrece no ayuda nada. Generalmente las mentiras aparecen porque la persona que rechaza no desea herir al otro pero no ayudan a suavizar el golpe. La mejor política es la honestidad: “no deseo este puesto porque no me gusta la empresa”. Punto, sin edulcorantes.
Ser específico
Las generalizaciones nunca son buenas. Hay que ser específico sobre la causa del rechazo. Cuanto más específico mejor será a la larga. “Rechazo esto porque me han ofrecido otra cosa que me resulta más agradable”, por ejemplo.
El tono es importante
No olvidar que no es solamente lo que se dice sino cómo se dice y cuándo se dice. . El tono de la voz y el momento son importantes cualidades para rechazar ofrecimientos o personas. Entonces las palabras son importantes, pero el tono también. Accept your role