Desde que compró costa Coffee en 1995, cuando apenas tenía 39 sucursales, Whitbread se convirtió en líder en el negocio hotelero y provee a sus inversores una proposición exclusiva que combina hoteles, restaurantes y cafeterías.
Más de 20 años después Costa tiene la cadena más grande de cafeterías en Gran Bretaña, con más de 2800 negocios y más de 1.400 en el extranjero, especialmente en China. Pero finalmente cedió a la presión de los accionistas para que separara Costa Coffee del resto de los negocios para que pudiera crecer. Pero en lugar de un spin-off Whitbread decidió venderlo completamente a la Coca-Cola por nada menos que 3.900 millones de libras esterlinas.
La venta es una clara señal de que Coca-Cola se diversifica y se aleja de las bebidas azucaradas y carbonatadas sobre las que construyó su nombre. Para Whitbread, la venta da la patada inicial a una nueva era en su historia de 276 años.
La compra de Costa Coffee da a Coca-Cola fuerte experiencia en la cadena de suministro del café: fuentes de origen, venta y distribución. En segundo lugar se diversifica hacia un segmento de gran crecimiento. Si se agrega a su monstruoso mercado de bebidas no alcohólicas el de las bebidas calientes, el tamaño de su mercado salta a US$ 1,5 billón (billón, millón de millones). Además, este segmento está creciendo a gran velocidad: 6% anual. Costa Coffee es una marca número uno en Gran Bretaña, donde desde hace ocho años es votada la marca de café más preferida en la región.