Se ha agravado tanto el robo de teléfonos celulares en los colectivos urbanos de México que los pasajeros han decidido engañar a los ladrones llevando a la vista teléfonos falsos.
Cuestan entre 300 y 500 pesos mexicanos, lo que equivale a unos US$ 15 a US$ 25, pero son buenas imitaciones. Tienen una pantalla de inicio suy similar a la de los verdaderos y en el interior una pieza de metal para que tengan un peso como el de los teléfonos de marca.
Gracias a las cámaras instaladas en los colectivos que transportan personas, generalmente desde barrios pobres hasta el lugar de trabajo en el centro, se pudo comprobar que los asaltos se repiten con insistencia, por lo general tarde a la noche o temprano a la mañana.
Cuando los cálculos llegaron a unos 70 robos diarios fue que se dio comienzo a este negocio de emergencia: la venta de teléfonos falsos para engañar al ladrón.
