IAG, que también posee iberia, Aer Lingus y Vueling, sufrió en 2020 pérdidas operativas de 6.923millones de euros. El año anterior sus ganancias habían sido de 1.715 millones de euros.
La pandemia destrozó el modelo de negocios de AIG, que está centrado en los clientes corporativos y los vuelos internacionales. En la mayhoría de sus mercados principales imperan las restricciones fronterizas y el panorama inmediato es desalentador. El grupo prevé que la demanda se mantendrá en niveles muy bajos durante varios años y que no recupere los niveles de 2019 hasta por lo menos 2023.
En el primer trimestre de este año el grupo al que pertenecen British Airways e Iberia proyecta volar la quinta parte de lo que realizó en 2019. Pero como gran cantidad de personas en el mundo desarrollado ya están vacunadas los ejecutivos de las aerolíneas aspiran a que la industria comience a moverse en la segunda mitad del año.
Los ingresos por pasajes vendidos por todo el grupo fueron de 5.512 millones de euros, o 75,5% por debajo de los del año anterior. Las aerolíneas del grupo registraron 31,3 millones de pasajeros (73,6% menos).