<p>Finalmente Anthony Haywarde, director ejecutivo del grupo, habla de “desastre ambiental”. El primer intento de esta nueva serie se había iniciado el 27 de mayo, pero fue interrumpido al anochecer para efectuar ajustes. Entre ellos, el empleo de materiales sintéticos duros, ya probados, el miércoles 26, aplicando un procedimiento conocido como “dosis de basura”.<br />
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Los técnicos reiniciaron este viernes el taponamiento de los agujeros, apelando a un proceso llamado “golpe mortal”, según señalaba Robert Laura, de la prefectura naval. En un comunicado separado, la compañía declaró haber insumido US$ 930 millones desde la explosión del 12 de abril, que inició el derrame. <br />
El jueves, un panel gubernamental elevó a 12/19.000 barriles diarios la magnitud de algo que, para BP, no pasaba de cinco mil. Se trata de un volumen que dobla al del Exxon Valdez (1989). <br />
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La situación de Hayward es difícil tras admitir que el derrame es un desastre ecológico. Como se lo recordaron varios medios, hace una quincena el alto funcionario calificaba el hundimiento de la Deepwater horizon como “algo relativamente pequeño para semejante mar”. Pero había causado once muertos. Ahora, señala el gobernador de Luisiana, Robert Jindal, el derrame ha contaminado 160 kilómetros de su litoral.<br />
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La primera fase del “golpe mortal” empleó menos de 15.000 barriles de 160 litros, indicaban técnicos de BP. La empresa disponía de 50.000 barriles y estaba acumulando reservas en la costa para este fin de semana. Donald van Nieuwenhuise (programa de geociencia, universidad de Houston) le asigna al recurso 60% de probabilidades de éxito.<br />
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No obstante, “haber apelado primero a las dosis de basura sugiere que estaban en severos apuros”, acota el experto. En el mejor de los casos, el sistema “golpe mortal” obrará como bloqueo temporario hasta que un pozo de alivio –Macondo- se perfore y sirva para emplazar otra plataforma.</p>
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BP usa basura para frenar lo que admite como un desastre
Mientras no logra bloquear bien los dos agujeros que despiden un magma de hidrocarburos y lodo, British Petroleum inyecta pelotitas de golf y chatarra. Es un esfuerzo más para detener un derrame que ahora la firma define como catastrófico.