Los Winklevii, como se los conoce, amasaron desde el pasado verano boreal lo que parece ser la cartera más grande del dinero digital que tiene en vilo a Wall Street, el bitcoin. Los gemelos son las primeras figuras prominentes en el mundo bitcoin, generalmente anónimo, en anunciar públicamente que tienen el equivalente a US$ 11 millones.
Para los escépticos, la locura por los bitcoins creados por programadores anónimos en 2009 se parece a la manía por comprar bulbos de tulipanes en la Holanda del 1600 que los comienzos de una verdadera moneda.
“Decir tremendamente especulativo sería decir pocoâ€, dijo Steve Hanke, profesor especializado en monedas alternativas de la Universidad de Johns Hopkins. Lo cierto es que bitcoin se ha convertido en el fenómeno financiero del momento.
Las firmas de inversión de Silicon Valley, si bien no tienen bitcoins, están comenzando a mostrar interés en la tecnología. El jueves un grupo de capitalistas de riesgo, en el que se incluye Andreessen Horowitz, anunció que estaban financiando a OpenCoin, una compañía relacionada con la moneda digital.
Los gemelos creen que la moneda digital se convertirá en una especie de oro para los tecnócratas. “La gente dice que es una burbuja,†dice Cameron Winklevoss. “No quiere tomarlo en serio. En algún momento ese relato va a cambiar porque las monedas virtuales llegaron para quedarse. Estamos en los primeros díasâ€.
No es la primera apuesta de los gemelos en tecnología no comprobada. Cuando eran estudiantes en Harvard, fundaron un sitio de redes sociales, ConnectU y convencieron a un compañero, Mark Zuckerberg, para que los ayudara a crear la compañía. Una vez que Zuckerberg se alejó para comenzar Facebook, los hermanos lo demandaron, acusándolo de robarles su idea. El caso se cerró con los hermanos recibiendo US$ 20 millones de dólares en efectivo y acciones en Facebook que ahora valen más de US$ 200 millones.
Ellos comenzaron a aventurarse con los bitcoins el último verano boreal cuando el valor dólar de una sola moneda todavía estaba en un dígito. Para mantener sus tenencias a salvo de hackers sacaron los complejos códigos que representan sus tenencias de las computadoras en red y los guardaron en pequeños discos flash ; luego pusieron los discos en cajas de seguridad en bancos de tres ciudades diferentes.
Es difícil verificar cómo se comparan las tenencias de los Winklevoss con las de otros jugadores bitcoin, dado el anonimato de las cuentas. Los mellizos dicen que algunos de los primeros usuarios del sistema probablemente tengan tanto como ellos o más.
