<p>En los papeles, desde el lunes 6 el Lingote eleva a 52% su parte en Chrysler Group. La negociación se completará el emitirse 6% de capital local a favor de Turín. Al mismo tiempo, Fiat Auto compra a la tesorería estadounidense una opción sobre la parte sindical del salvataje.</p>
<p>Ello comporta subir el total a 98%. Pese al entusiasmo de Obama y Marchionne, falta una decisión tan racional como inevitable: fusionar ambas empresas. Vale decir, la absorción de Chrysler Group por parte de Fiat Auto. Sin incursionar en esta eventual fase definitiva, Obama recalcó el punto de vista de Washington: “Chrysler ha vuelto integralmente a manos privadas y mucho antes de lo que se esperaba”.</p>
<p>Esto tiene otra lectura, poco grata a los “nacionalistas” de Detroit: el triunfo se debe a los italianos, no a los norteamericanos. Para cauterizar heridas, Marchionne les dio gracias públicamente a Obama y al sector “por haber creído en Fiat”.</p>
<p>Otras músicas suenan, desafinadas, entre japoneses, chinos y Ford Motor. Este fin de semana se supo que Mazda, una marca nipona que nunca anduvo bien en EE.UU., deja de fabricarse aquende el Pacífico. Así lo reveló el periódico financiero Nikkei.</p>
<p>El emprendimiento conjunto se llama AutoAlliance International, opera una planta en Michigan y emplea 1.700 personas. La misma unidad produce el Ford Mustang. Entretanto, en China está en vías de disolución un trío compuesto por FM, Chongqing y Changan Automobile.<br />
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Barack Obama dio la bienvenida a Fiat-Chrysler
Con seis años de anticipo, se ha restituido el rescate, Fiat tiene mayoría en el paquete y éste es 100% privado. Lo proclamaron casi al unísono el presidente norteamericano y el director gerente de la firma, Sergio Marchionne, en Toledo, Ohio.