Una de ellas es convirtiéndose en atacantes en la esfera digital. Los que están en este grupo consideran que la mejor forma de defenderse es atacando. Los más avanzados en estrategias digitales ya lanzaron sus propios bancos digitales para defender su territorio o entrar en nuevos mercados.
Adquisiciones. A veces , en lugar de actualizar sus viejos sistemas les resulta más fácil comprar o invertir en startups que ya hayan creado una plataforma desde cero.
Asociaciones. Los directivos de bancos se quejan a voz en cuello de que el campo de juego es desparejo porque permite que los grandes grupos tecnológicos ofrezcan servicios financieros sin la carga regulatoria que tienen los bancos tradicionales. Eso no ha impedido que varios bancos se asocien con los grupos tecnológicos.
Diversificación. Algunos bancos están usando las nuevas tecnologías para entrar en mercados nuevos y ofrecer servicios diferentes, como registrar una compañía o ayudar a la gente a alquilar un Airbnb.
La última estrategia es: si no les puedes ganar, únete a ellos. A veces slos bancos deciden que la amenaza de la competencia digital es tan grande que no les queda más remedio que modificar sus modelos de negocios.