Avance de big tech sobre el negocio bancario

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Un campo que demanda mucha atención es “la nube”. Su uso ha crecido de modo exponencial.

La pasión regulatoria que los Estados propician para los gigantes tecnológicos que han transformado el panorama empresarial en todo el mundo, no cesa. En pocos días- el próximo 25- entra en vigencia el esquema regulatorio de la Unión Europea sobre estas empresas.

Además de seguir con atención cómo funciona, tanto organismos públicos como los propios actores tecnológicos están atentos al avance de muchas otras ideas y proyectos de códigos en este campo.

Un ámbito que demanda mucha atención es “la nube”. Su uso ha crecido de modo exponencial durante el último año, muy especialmente en el campo financiero.

La atención comienza a concentrarse en la proliferación de los enormes centros mega data que pueblan el espacio, en especial porque es el territorio de los grandes jugadores, como Amazon. Google y Microsoft.

Grandes clientes de estos servicios son los bancos. Pero entre ellos está creciendo un triple temor, por estas razones. 1) qué pasa con toda la información albergada en la nube, si un banco quiebra: 2) cómo ponerse a salvo de los riesgos en el ciber mundo, especialmente del hackeo; y 3) el riesgo derivado de utilizar un pequeño mundo de proveedores no regulados del mismo modo en que lo son los bancos.

Es un delicado equilibrio: la nube implica enormes beneficios, permitiendo mayor eficiencia de los bancos. Y en buena medida son sistemas más seguros, pues los bancos tienen sus propios sistemas, actualizados, pero originados hace unos cuantos años.

De un lado, los servicios en la nube ofrecen diversas ventajas, como economías de escala, flexibilidad, eficiencia operativa y costos adecuados, pero al mismo tiempo presentan desafíos sobre protección de la información almacenada, temas de seguridad, y concentración del riesgo.

Pero hay una nueva fuente de conflicto, que crece. Estos grandes prestadores de servicios tecnológicos se están alejando del rol de proveedores estratégicos de los bancos, y se convierten cada vez más en sus competidores directos.

Tanto Apple, Google, Amazon como Facebook han iniciado nuevos servicios al público general en el campo de los pagos y también de los préstamos. Esto es lo que más inquieta a los bancos. Que los recién llegados terminen desplazándolos y quitándoles parte sustancial del negocio.

 

 

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