<p>General Motors, Ford Motor y Chrysler tienen dificultades para obtener efectivo. Las tres han atravesado años de amplias reestructuraciones, reducción de personal, ventas de activos y pérdidas contables. Mientras la caja de esfuma y es preciso recortar más costos para seguir a flote, el futuro es por lo menos brumoso.</p>
<p>Las dos señales de julio denotan nuevos trastornos. General Motors declaró un quebranto de US$ 15.500 millones en abril-junio, debido a la persistente caída de ventas en Estados Unidos-Canadá. Pero eso también refleja despidos, cierres de plantas, rechazo del público a camionetas 4×4 y baja colocación de camiones.</p>
<p>Este balance seguía de cerca al de Ford, cuyas pérdidas trimestrales sumaban US$ 8.700 millones. Tomando las tres compañías, las ventas conjuntas de julio apuntan a otro trimestre malo: cayeron 13%.</p>
<p>Chrysler, la menor, tiene un flaco consuelo: al ser propiedad del fondo especulativo Cerberus Capital -no ha terminado de pagarla-, no cotiza en bolsa. Por ende, no debe presentar estados financieros trimestrales. Pero, tras esfuerzos para reunir dinero fresco por US$ 30.000 millones, debió conformarse con 24.000 millones.</p>
<p>Sin demasiados fundamentos, Detroit suponía que el actual semestre depararía mejoras. Pero, luego de esos balances y la ulterior baja de ventas, sus analistas especializados se aprestan a pobres resultados de ahora a diciembre.</p>
<p>Técnicamente, ninguna de las tres firmas está en peligro cercano de bancarrota, pero se trata de una carrera contra el reloj. Por ejemplo, abandonar pickups en pro de vehículos que traguen menos nafta (inclusive híbridos) exige tiempo e inversiones, dos factores que escasean.</p>
<p>En general, la industria puede sufrir el peor año desde inicios de los 90. Sin contra julio, las ventas de 2007 cedían ya 10% y el fenómeno no perdonaba, verbigracia, a Toyota: en julio colocó 11,9% menos unidades en la plaza norteamericana. Claro, los retrocesos eran catastróficos para Chrysler (-29%) y GM (-26%), con Ford marcando -14,7%. Sin embargo, un síntoma inesperado apunta en dos sentidos contrapuestos. Se trata del protoacuerdo entre Chrysler y Nissan-Renault, por el cual la alianza francojaponesa tercerizará la fabricación de coches económicos Chrysler y Dodge. Por un lado, es replanteo positivo del marketing pero, por el otro, crea condiciones para una eventual incorporación de Chrysler al grupo Nissan-Renault, quinto del mundo tras Toyota, GM, Volkswagen y Ford.</p>
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Automotrices: vuela el tiempo y la caja se agota
Los problemas de la industria mutan rápidamente en una lucha por la sobrevivencia de Detroit misma. La recesión aunque Wall Street mire para otro lado- y naftas caras, pese al repliegue de crudos, arrinconan a las empresas.