AT&T consiguió autorización para comprar Time Warner en US$ 80.000 millones. UN juez federal en Washington rechazó el argumento del gobierno estadounidense según el cual las fusión dañaría a la competencia.
La decisión es un gran revés para Makan Delrahim, jefe de la sección antimonopólica del Departamento de Justicia, cuya intención de bloquear el acuerdo fue interpretada por AT&T como políticamente motivada. El juez Richard Leon decidió inclinarse por las dos grandes empresas en el primer gran litigio antimonopólico del gobierno contra las fusiones verticales.
Permite a las empresas avanzar con la operación sin condiciones. Las acciones de Trime Warner subieron durante la fornada. El juez rechazó los argumentos del gobierno de que los consumidores de AT%T se verían perjudicados, por ejemplo subiendo los precios o excluyendo contenido de Time Warner de distribuidores rivales.
Su decisión significa un triunfo para Randall Stephenson, CEO de AT&T y Jeffrey Bewkes, CEO de Time Warner, quienes afirmaban que la fusión de ambas era necesaria para poder competir con gigantes como Google y Netflix.
En los dos años que ambas empresas vienen tratando de fusionarse, el negocio de los medios cambió profundamente y las compañías de entretenimiento han entrado en una ola de consolidación para hacer frente a los nuevos competidores.