La estatal Petróleos Brasileños (Petrobras) puede aliarse con grupos privados extranjeros, entre ellos la empresa española Repsol-YPF, para adquirir una importante participación en el grupo brasileño Ipiranga, que posee una amplia red de distribución de combustibles en todo el país.
Petrobras, según revelaron ejecutivos de la estatal al diario económico Gazeta Mercantil, está negociando su asociación con los grupos italianos Agip y Eni, y con el español Repsol-YPF, ya que pretende evitar que alguna petrolera extranjera se fortalezca en el país con la posible adquisición de Ipiranga.
“La dirección de Petrobras aún no tiene nada para decir sobre esas informaciones. No las podemos confirmar ni desmentir”, dijo a EFE Carlos Fonseca, uno de los portavoces de la estatal.
El Grupo Ipiranga, que controla la red de distribución de combustibles Ipiranga y tiene participación en varias petroquímicas, es una de las dos únicas empresas privadas que posee una refinería en Brasil -las otras son de Petrobras-, aunque con una capacidad de refinado bastante reducida.
Ipiranga, con sede en el estado de Río Grande do Sul, al sur del país y fronterizo con Argentina y Uruguay, tiene una red de distribución de combustibles en el sur del país incluso mayor que la que posee Petrobras.
De acuerdo con las informaciones de Gazeta Mercantil, el Grupo Ipiranga comenzó un proceso de reestructuración y, además de vender participaciones a empresas interesadas en asociarse, pretende deshacerse de algunos de sus activos en las petroquímicas.
El interés de Ipiranga en contar con un socio estratégico en sus operaciones de distribución de combustibles fue confirmado al diario económico por el socio controlador del grupo, Carlos Alberto Martins Bastos.
Pese a que Martins Bastos negó que los controladores estuviesen vendiendo Ipiranga, fuentes consultadas por Gazeta Mercantil indicaron que los accionistas de la empresa aceptarían ceder todos sus activos por 3.000 millones de dólares.
El grupo Ipiranga ya habría encargado al Chase Manhattan Bank, en Nueva York, que negocie su asociación con alguna petrolera multinacional, y algunos grupos ya han hecho consultas.
La decisión del grupo brasileño de buscar un socio estratégico obedece a que la empresa, que es controlada por cinco familias, ya ha reconocido que difícilmente podrá competir con las multinacionales que comenzaron a llegar al país tras el fin del monopolio que durante décadas tuvo Petrobras sobre todo el sector de hidrocarburos.
La asociación entre Petrobras y Repsol-YPF para adquirir los activos del Grupo Ipiranga formaría parte del acuerdo que ambas empresas pretenden firmar para un futuro intercambio de activos.
Petrobras venía estudiando la posibilidad de ceder algunas de sus infraestructuras en Brasil a cambio de algunos activos en Argentina desde antes de que el grupo español Repsol adquiriera la entonces empresa argentina YPF.
Tales negociaciones se iniciaron cuando el Gobierno de Buenos Aires notificó a YPF que debía deshacerse de algunos activos en Argentina para no lesionar la libre competencia en el mercado de dicho país y no violar las leyes antimonopolio.
De la misma forma, Petrobras fue notificada por la Agencia Nacional de Petróleo (ANP) de Brasil de que el fin de su monopolio sobre el sector de refinado de crudo en el país tendría que ser acelerado, posiblemente con la venta de una refinería.
Ante tales exigencias, Petrobras e YPF, que ya eran socias estratégicas en otros proyectos, principalmente en la distribución de combustibles y en algunos proyectos de exploración y explotación de crudo, determinaron intercambiar sus activos.
Fuente: EFE
La estatal Petróleos Brasileños (Petrobras) puede aliarse con grupos privados extranjeros, entre ellos la empresa española Repsol-YPF, para adquirir una importante participación en el grupo brasileño Ipiranga, que posee una amplia red de distribución de combustibles en todo el país.
Petrobras, según revelaron ejecutivos de la estatal al diario económico Gazeta Mercantil, está negociando su asociación con los grupos italianos Agip y Eni, y con el español Repsol-YPF, ya que pretende evitar que alguna petrolera extranjera se fortalezca en el país con la posible adquisición de Ipiranga.
“La dirección de Petrobras aún no tiene nada para decir sobre esas informaciones. No las podemos confirmar ni desmentir”, dijo a EFE Carlos Fonseca, uno de los portavoces de la estatal.
El Grupo Ipiranga, que controla la red de distribución de combustibles Ipiranga y tiene participación en varias petroquímicas, es una de las dos únicas empresas privadas que posee una refinería en Brasil -las otras son de Petrobras-, aunque con una capacidad de refinado bastante reducida.
Ipiranga, con sede en el estado de Río Grande do Sul, al sur del país y fronterizo con Argentina y Uruguay, tiene una red de distribución de combustibles en el sur del país incluso mayor que la que posee Petrobras.
De acuerdo con las informaciones de Gazeta Mercantil, el Grupo Ipiranga comenzó un proceso de reestructuración y, además de vender participaciones a empresas interesadas en asociarse, pretende deshacerse de algunos de sus activos en las petroquímicas.
El interés de Ipiranga en contar con un socio estratégico en sus operaciones de distribución de combustibles fue confirmado al diario económico por el socio controlador del grupo, Carlos Alberto Martins Bastos.
Pese a que Martins Bastos negó que los controladores estuviesen vendiendo Ipiranga, fuentes consultadas por Gazeta Mercantil indicaron que los accionistas de la empresa aceptarían ceder todos sus activos por 3.000 millones de dólares.
El grupo Ipiranga ya habría encargado al Chase Manhattan Bank, en Nueva York, que negocie su asociación con alguna petrolera multinacional, y algunos grupos ya han hecho consultas.
La decisión del grupo brasileño de buscar un socio estratégico obedece a que la empresa, que es controlada por cinco familias, ya ha reconocido que difícilmente podrá competir con las multinacionales que comenzaron a llegar al país tras el fin del monopolio que durante décadas tuvo Petrobras sobre todo el sector de hidrocarburos.
La asociación entre Petrobras y Repsol-YPF para adquirir los activos del Grupo Ipiranga formaría parte del acuerdo que ambas empresas pretenden firmar para un futuro intercambio de activos.
Petrobras venía estudiando la posibilidad de ceder algunas de sus infraestructuras en Brasil a cambio de algunos activos en Argentina desde antes de que el grupo español Repsol adquiriera la entonces empresa argentina YPF.
Tales negociaciones se iniciaron cuando el Gobierno de Buenos Aires notificó a YPF que debía deshacerse de algunos activos en Argentina para no lesionar la libre competencia en el mercado de dicho país y no violar las leyes antimonopolio.
De la misma forma, Petrobras fue notificada por la Agencia Nacional de Petróleo (ANP) de Brasil de que el fin de su monopolio sobre el sector de refinado de crudo en el país tendría que ser acelerado, posiblemente con la venta de una refinería.
Ante tales exigencias, Petrobras e YPF, que ya eran socias estratégicas en otros proyectos, principalmente en la distribución de combustibles y en algunos proyectos de exploración y explotación de crudo, determinaron intercambiar sus activos.
Fuente: EFE