<p> Más seco que Berlín, Estocolmo directamente se desentiende de la segunda marca emblemática en el sector. “No nos interesa controlar automotrices, pues no estamos en condiciones y sería un error”, añadió Olofsson. Se trata de un gesto inédito en un estado de larga tradición intervencionista.</p>
<p>Resulta curioso que la crisis financiera haya reactualizado en Estados Unidos un debate sobre el “modelo sueco” de 1990 y su adaptación a la banca privada norteamericana. Especialmente si –como teme Paul Krugman- el “plan de billón” lanzado por Barack Obama no marcha como esperan él y Timothy Geithner.</p>
<p> Pero Suecia ya no tiene un gobierno socialdemócrata. En 2006, un público desorientado puso en su lugar un gabinete conservador y poco sensible a cuestiones sociales. Pese al descalabro del monetarismo en Occidente, su versión escandinava todavía cree en el libre mercado como motor de desarrollo.</p>
<p>Para dejar las cosas en claro para Saab y su atribulada propietaria, General Motors (que abandonará la subsidiaria a fin de año, tras perder US$ 343 millones en 2008), el gobierno ha salido a censurar “el proteccionismo de otros países europeos en materia automotriz”. Obviamente, aludía a Francia, una potencia sectorial mucho más grande que Suecia. </p>
<p>Mientras, Alemania –cuarta economía mundial- también afronta los efectos de un cambio político operado en 2006. La gran coalición, en realidad dominada por los conservadores democristianos, tampoco quiere asistir a una filial de GM, Opel. Su problema es mucho mayor que el de Saab; precisa financiar unos € 3.300 millones.</p>
<p>Merkel sostiene que eso exige cooperación del gobierno federal norteamericano. Eso le planteará a Barack Obama en la cumbre convocada por el Grupo de los 20, el 2 de abril. Alemania tiene un excelente argumento: si Estados Unidos puede auxiliar a los bancos con un billón de dólares, bien debiera hacer algo por sus industrias. Opel inclusive. </p>
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Alemania le dice no a Opel y Suecia a Saab
No tenemos intención alguna de participar en el paquete Opel, confirmó la canciller germana Angela Merkel. Poco antes, la ministra sueca de industria, Maud Olofsson le soltaba la mano a Saab Automobile, cuya suerte marcha a la deriva.