Luego de más de diez años de desarrollo y una inversión de miles de millones de dólares, el primer avión de pasajeros fabricado en China está a pu to de recibir la aprobación de Beijing para comenzar a realizar vuelos comerciales.
Con el lanzamiento del C919, una industria que estaba dominada por Airbus de Europa y Boeing de Estados Unidos enfrenta ahora un nuevo competidor, el Comac con respaldo del estado chino.
Comac, una empresa desprendida en 2008 de la industria de aviación militar china, anunció que ya tiene cerca de 1.000 pedidos para el avión, principalmente de clientes domésticos. La primera entrega, a China Eastern Airlines, tendrá lugar a finales de este año.
Beijing nunca ocultó su deseo de romper el duopolio de los dos gigantes occidentales y colaboró con el desarrollo del C919 con hasta US$ 72.000 millones de apoyo estatal, según cálculos del Center for Strategic and International Studies, un think-tank norteamericano.
La importancia estratégica del proyecto generó los primeros pedidos. David Yu, un experto en financiamiento a aerolíneas, dijo que si bien no hay obligación explícita de que las aerolíneas chinas compren ese avión “estoy seguro de que hay fuertes sugerencias provenientes del Estado”.
Desde hace muchos años Airbus y Boeing vienen compitiendo por cuotas de mercado y peleando por la ayuda estatal de cada gobierno. Pero ahora esta nueva amenaza hace que olviden las diferencias, olviden la disputa por subsidios que ya lleva 17 años para enfrentar a este nuevo competidor.
Pero para que el C919 sea competitivo globalmente deberá ser aprobado por la US Federal Aviation Administration y la European Union Safety Agency (EUASA). Según EUASA, la certificación del C919 comenzó en julio de 2016, pero dada la complejidad del tipo de producto el tiempo requerido para la validación puede variar mucho y podría necesitar por lo menos de cinco a siete años.
