Para resolver la crisis de Aerolíneas Argentinas, el gobierno español considera “imprescindible” que todos los socios –incluido el Estado argentino– hagan aportes de capital y que se entablen negociaciones con los sindicatos.
Así lo expresó hoy (martes 4) el vicepresidente segundo y ministro de Economía de España, Rodrigo de Rato, tras entrevistarse durante 45 minutos en Buenos Aires con el presidente Fernando de la Rúa, y con los ministros de Relaciones Exteriores y de Economía, Adalberto Rodríguez Giavarini y José Luis Machinea.
“Probablemente no fue un buen negocio” para España entrar en el capital de Aerolíneas Argentinas, opinó Rato.
Aerolíneas registra pasivos por US$ 900 millones, un déficit operativo mensual de más de US$ 20 millones y patrimonio por US$ 100 millones.
Su operador desde febrero pasado y uno de los principales accionistas es la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (Sepi), un organismo estatal español.
La Sepi presentó recientemente al gobierno argentino y al resto de los accionistas un severo plan de salvataje de la compañía, que prevé aportes de capital por US$ 650 millones y la reducción de la planta de empleados.
Ese programa deberá ser aprobado o rechazado por la asamblea de accionistas, que sesionará el próximo lunes 24.
Entre los accionistas están el Estado argentino (5%) y los trabajadores de la compañía (10%). Los empleados de Aerolíneas y de su controlada para vuelos nacionales Austral suman cerca de 7.000.
Rato trazó un paralelo entre la situación actual de Aerolíneas y la que sufrió hace poco más de cinco años la línea aérea española Iberia. Hoy, dijo el ministro, Iberia es “rentable, eficiente y con un aumento del empleo”.
“Yo espero que seamos capaces de hacer lo mismo con Aerolíneas Argentinas”, señaló.
Rato aseguró que el Estado español está “comprometido en el futuro” de Aerolíneas y puso como ejemplo los US$ 1.200 millones invertidos hasta la fecha y su disposición a inyectar más capitales para “garantizar la viabilidad” de la compañía.
“Esperamos que el otro accionista de referencia (el gobierno argentino) también lo haga”, señaló el ministro español.
Consultado sobre si habrá despidos, Rato ratificó que “habrá negociaciones y acuerdos con los sindicatos, que permitan que los costos de funcionamiento sean competitivos”.
Rato destacó que desde su privatización, en 1991, Aerolíneas no dio ganancias “ni un solo año”, pero declinó responder a quién le cabe la responsabilidad por ello, dado que la empresa tuvo desde entonces diversos operadores.
Con respecto a la posición del gobierno argentino, Rato dijo que percibió “coincidencia” en “el deseo de que Aerolíneas sea una compañía rentable y eficiente lo más pronto posible”.
Mientras tanto, según informó la agencia Reuters, empleados de Aerolíneas y Austral cortaron esta tarde el acceso a los aeropuertos de Buenos Aires, como manifestación de rechazo al plan elaborado por la Sepi.
Para resolver la crisis de Aerolíneas Argentinas, el gobierno español considera “imprescindible” que todos los socios –incluido el Estado argentino– hagan aportes de capital y que se entablen negociaciones con los sindicatos.
Así lo expresó hoy (martes 4) el vicepresidente segundo y ministro de Economía de España, Rodrigo de Rato, tras entrevistarse durante 45 minutos en Buenos Aires con el presidente Fernando de la Rúa, y con los ministros de Relaciones Exteriores y de Economía, Adalberto Rodríguez Giavarini y José Luis Machinea.
“Probablemente no fue un buen negocio” para España entrar en el capital de Aerolíneas Argentinas, opinó Rato.
Aerolíneas registra pasivos por US$ 900 millones, un déficit operativo mensual de más de US$ 20 millones y patrimonio por US$ 100 millones.
Su operador desde febrero pasado y uno de los principales accionistas es la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (Sepi), un organismo estatal español.
La Sepi presentó recientemente al gobierno argentino y al resto de los accionistas un severo plan de salvataje de la compañía, que prevé aportes de capital por US$ 650 millones y la reducción de la planta de empleados.
Ese programa deberá ser aprobado o rechazado por la asamblea de accionistas, que sesionará el próximo lunes 24.
Entre los accionistas están el Estado argentino (5%) y los trabajadores de la compañía (10%). Los empleados de Aerolíneas y de su controlada para vuelos nacionales Austral suman cerca de 7.000.
Rato trazó un paralelo entre la situación actual de Aerolíneas y la que sufrió hace poco más de cinco años la línea aérea española Iberia. Hoy, dijo el ministro, Iberia es “rentable, eficiente y con un aumento del empleo”.
“Yo espero que seamos capaces de hacer lo mismo con Aerolíneas Argentinas”, señaló.
Rato aseguró que el Estado español está “comprometido en el futuro” de Aerolíneas y puso como ejemplo los US$ 1.200 millones invertidos hasta la fecha y su disposición a inyectar más capitales para “garantizar la viabilidad” de la compañía.
“Esperamos que el otro accionista de referencia (el gobierno argentino) también lo haga”, señaló el ministro español.
Consultado sobre si habrá despidos, Rato ratificó que “habrá negociaciones y acuerdos con los sindicatos, que permitan que los costos de funcionamiento sean competitivos”.
Rato destacó que desde su privatización, en 1991, Aerolíneas no dio ganancias “ni un solo año”, pero declinó responder a quién le cabe la responsabilidad por ello, dado que la empresa tuvo desde entonces diversos operadores.
Con respecto a la posición del gobierno argentino, Rato dijo que percibió “coincidencia” en “el deseo de que Aerolíneas sea una compañía rentable y eficiente lo más pronto posible”.
Mientras tanto, según informó la agencia Reuters, empleados de Aerolíneas y Austral cortaron esta tarde el acceso a los aeropuertos de Buenos Aires, como manifestación de rechazo al plan elaborado por la Sepi.