Este lunes, las acciones de AMR (American Airlines) se derrumbaron hasta 24% en Wall Street. Los auxiliares de vuelo, que habían adherido al acuerdo pro reducción de remuneraciones y gastos por US$ 1.800 millones, amenazaron con retirar su apoyo. El sindicato hará una asamblea para reconsiderar el convenio, tras saberse que la empresa ha concedido ventajas adicionales a directivos y ejecutivos superiores, equivalentes al doble del salario básico, si se quedan hasta enero de 2005.
Los tres gremios habían aceptado rebajas remuneratorias temporarias. Ahora, la compañía va contra las nuevas tendencias en Estados Unidos (que penalizan al management, no al personal, cuando las cosas no marchan bien). Hoy, probablemente, los otros dos sindicatos exijan anular los incentivos. Al parecer, la Asociación de Transporte Aéreo (ATA) ha aconsejado discretamente desistir de los sobresueldos. “Temo que AMR esté en grave peligro. Le quedan semanas, no meses, inclusive a los beneficiados por estos nuevos incentivos”. Así opinaba Michael Levine, profesor de derecho en Yales y ex director en tres aerolíneas.
Por otra parte, ATA reveló que “el II trimestre empezó muy mal en el sector. Sólo en los primeros diez días de abril, la venta de pasajes cayó 17,4% respecto de un año antes”. No obstante, analistas de la entidad esperan “mejoras por el fin de la guerra en Irak y porque se han eliminado 10.000 puestos laborales. Sería difícil que 2003 emulase el récord de US$ 18.000 millones en pérdidas registrado en 2002”. Es la primera vez que ATA divulga esta cifra.
El cuadro en América septentrional se completa con el concurso de Air Canada (deudas por US$ 8.100 millones) y malos números en México. Cruzando el Atlántico, AEA teme que el conflicto en Levante añada US$ 2.500 millones al rojo preexistente en el aerotransporte de la Unión Europea. British Airways, Air France, KLM, Alitalia, SAS e Iberia ya habían anunciado reducciones de oferta (4 a 20%), supresión de 4.000 puestos y recortes de costos por hasta 30%. Lufthansa, casi la única sin déficit, indicó que este año no repetirá los buenos resultados de 2002.
Este lunes, las acciones de AMR (American Airlines) se derrumbaron hasta 24% en Wall Street. Los auxiliares de vuelo, que habían adherido al acuerdo pro reducción de remuneraciones y gastos por US$ 1.800 millones, amenazaron con retirar su apoyo. El sindicato hará una asamblea para reconsiderar el convenio, tras saberse que la empresa ha concedido ventajas adicionales a directivos y ejecutivos superiores, equivalentes al doble del salario básico, si se quedan hasta enero de 2005.
Los tres gremios habían aceptado rebajas remuneratorias temporarias. Ahora, la compañía va contra las nuevas tendencias en Estados Unidos (que penalizan al management, no al personal, cuando las cosas no marchan bien). Hoy, probablemente, los otros dos sindicatos exijan anular los incentivos. Al parecer, la Asociación de Transporte Aéreo (ATA) ha aconsejado discretamente desistir de los sobresueldos. “Temo que AMR esté en grave peligro. Le quedan semanas, no meses, inclusive a los beneficiados por estos nuevos incentivos”. Así opinaba Michael Levine, profesor de derecho en Yales y ex director en tres aerolíneas.
Por otra parte, ATA reveló que “el II trimestre empezó muy mal en el sector. Sólo en los primeros diez días de abril, la venta de pasajes cayó 17,4% respecto de un año antes”. No obstante, analistas de la entidad esperan “mejoras por el fin de la guerra en Irak y porque se han eliminado 10.000 puestos laborales. Sería difícil que 2003 emulase el récord de US$ 18.000 millones en pérdidas registrado en 2002”. Es la primera vez que ATA divulga esta cifra.
El cuadro en América septentrional se completa con el concurso de Air Canada (deudas por US$ 8.100 millones) y malos números en México. Cruzando el Atlántico, AEA teme que el conflicto en Levante añada US$ 2.500 millones al rojo preexistente en el aerotransporte de la Unión Europea. British Airways, Air France, KLM, Alitalia, SAS e Iberia ya habían anunciado reducciones de oferta (4 a 20%), supresión de 4.000 puestos y recortes de costos por hasta 30%. Lufthansa, casi la única sin déficit, indicó que este año no repetirá los buenos resultados de 2002.