Los científicos dicen que esta “pausa” mundial presenta la extraña oportunidad de estudiar nuestro impacto en los animales. Cuando el mundo se detuvo para contener el avance del coronavirus, pareció que los animales lo advirtieron, al menos así lo refieren algunas anécdotas. Se vieron pumas paseando por las calles de Santiago, Chile; y chacales sueltos en los parques de Tel Aviv, Israel.
El profundo cambio en la actividad humana que ocasionó esta pandemia podría estar teniendo un efecto igualmente profundo en los animales de todo el mundo, dice un equipo de científicos que estudian el fenómeno. Son ellos los que encontraron un nombre para dar al fenómeno: “andropausa”. “Advertimos que la gente comenzaba a referirse a la cuarentena como “la Gran Pausa”, pero sentíamos que necesitábamos un término más preciso dicen los autores del artículo publicado en Nature Ecology and Evolution. “Proponemos “andropausa” para referirnos específicamente a una desaceleración global importante en las actividades humanas modernas, especialmente los viajes”.
Los autores del trabajo dicen que este momento presenta una oportunidad única para estudiar los patrones globales en la conducta animal. “Hay una impresionante oportunidad para la investigación, que se ha producido mediante circunstancias realmente trágicas”, dice Christian Rutz, uno de los autores y biólogo de la Universidad de St. Andrews. “ Es una oportunidad – que no podemos dejar pasar – para indagar más sobre cómo interactúan los humanos y los animales salvajes en este planeta.”
Identifican en su trabajo una serie de medidas urgentes que habría que tomar, como juntar todas las investigaciones sobre la actividad de los animales durante este periodo y ponerla al alcance de todos. Citan, como ejemplo, la recientemente creada “COVID-19 Bio-Logging Initiative”, un proyecto global para analizar los movimientos, conductas y niveles de estrés de los animales con pequeños dispositivos electrónicos llamado “bio-loggers”.
Mencionan en su trabajo evidencia anecdótica de que algunas especias han estado disfrutando del espacio extra mientras los humanos permanecen encerrados en sus casas. No obstante, la pandemia también está teniendo efectos adversos sobre muchas especies, especialmente las que necesitan de la protección humana. Algunas zonas han advertido aumentos en la caza furtiva y muchos esfuerzos de conservación de especies se interrumpieron debido a las medidas de distanciamiento social.
Natasha Daly comunicó a la publicación National Geographic que en los primeros días de la cuarentena se difundieron muchas noticias falsas sobre encuentros espectaculares con animales salvajes en calles o parques. Tanto, que motivaron la circulación de un meme con la frase: “la naturaleza se está curando. Nosotros somos el virus”.
Los autores advierten que será importante distinguir entre este tipo de anécdotas y tendencias verificables en las poblaciones de especies salvajes durante la pandemia. “En este momento es imposible decir cuáles son las observaciones que han sido exageradas en las redes sociales o cuáles de las predicciones de expertos sobre respuestas animales se van a confirmar. Pero lo que está claro es que los seres humanos y los animales salvajes se han vuelto más interdependientes que nunca y que ha llegado el momento de estudiar esa compleja relación. Se necesita con urgencia una investigación científica cuantitativa”,