El dieselgate, el escándalo que estalló en septiembre de 2015 por engañar a las autoridades sobre las emisiones de sus vehículos diesel, ya le ha significado a la compañía 27.400 millones de euros en concepto de multas e indemnizaciones. Por su parte, los accionistas han presentado un total de 1670 demandas en reclamo de una compensación por la caída en el valor de las acciones, motivada por el escándalo.
Alegan que VW no los informó a tiempo sobre el posible impacto en los mercados. De haber estado informados de las actividades ilícitas de la compañía, se habrían desprendido de sus acciones o no las habrían comprado.
Por su parte, VW niega que haya cometido delito alguno en ese aspecto que reclaman los accionistas
