Comprar alimentos mediante plataformas digitales ha dejado de ser una tendencia para convertirse en un motor económico que transforma hábitos de consumo y reorganiza la logística de distribución. Según el Informe de Visión Global Digital 2025, el 27,3% de los usuarios de internet realiza compras de comestibles en línea cada semana.
En este contexto, la llamada “última milla” adquiere un rol estratégico en la cadena de valor. La demanda no solo se orienta a la velocidad de entrega, sino también a la precisión y condiciones óptimas de los productos, lo que exige sistemas de cadena de frío capaces de asegurar frescura, seguridad y confianza.
José Carlos Gómez, director de Ventas LAR Norte de Thermo King, señaló: “El transporte terrestre refrigerado se posiciona como un factor determinante. Un envío que no garantice temperaturas adecuadas puede perder su valor en cuestión de minutos, lo que coloca a la logística como protagonista de la competitividad del ecommerce de alimentos en Argentina y la región”.
El crecimiento del consumo digital ha impulsado la necesidad de reforzar la infraestructura logística en el país. La cadena de frío se considera una inversión estratégica para sostener productos perecederos en condiciones óptimas y aumentar la competitividad. Según Grand View Research, el mercado mundial de la cadena de frío alcanzará los US$ 427.600 millones en 2030, con alimentos y bebidas representando más del 77% de la participación global.
La sustentabilidad se convierte en prioridad, con foco en la reducción de costos energéticos, optimización de rutas y cumplimiento de estándares ambientales. “Para las empresas, apostar por soluciones más limpias y eficientes en el transporte refrigerado puede marcar la diferencia para mantenerse competitivas en el nuevo entorno digital”, indicó Gómez.
La consolidación del comercio electrónico de alimentos plantea desafíos como el control estricto de la temperatura, transporte especializado, embalaje adecuado, monitoreo en tiempo real y coordinación entre actores. El transporte terrestre refrigerado incorpora sistemas de monitoreo digital y refrigeración avanzada para mantener la calidad del producto y reducir pérdidas económicas. La adopción de vehículos eléctricos, unidades a gas natural y sistemas de bajo consumo contribuye a disminuir la huella ambiental.
“Las empresas que logren optimizar el transporte terrestre refrigerado estarán en posición de liderar el mercado, consolidando una nueva era para la logística alimentaria en el país”, apuntó el directivo de Thermo King.
