Unipol: lo investigan por una serie de maniobras dolosas

La Consob abrió sumarios al grupo asegurador, su jefe (Giovanni Consorte) y sus cómplices. Se trata de “insider’s trading”, sociedades ficticias, etc. El monto involucrado asciende a unos € 410 millones.

28 noviembre, 2005

“Se ha detectado una red oculta de sociedades extraterritoriales, armada por Conorte y (el especulador inmobiliario) Emilio Gnutti. Su clave era el abuso de información privilegiada –insider’s trading- y afecta a obligaciones emitidas en 2000/1”. Así señalaba Giuseppe Portioli, a cargo de las investigaciones encaradas por la Commissione nazionale de società e borse (Consib), en un oficio al juez Carlo Meyer.

Consorte sigue manejando Unipol y se empeña en comprar, a toda costa, Banca Nazionale del Lavoro (BNL). Pero este nuevo escándalo posiblemente le permita al interesado inicial, Banco Bilbao Vizcaya Argentaria (BBVA) retomar negociaciones. Tanto en ese caso como en el de Banca Antoniana Popolare Veneta –ahora en manos de ABN Amro-, el papel de Antonio Fazio, todavía presidente de Banca d’Italia (central), lo expone a acciones judiciales.

Por su parte, Gnutti está procesado, junto con Giampiero Fiorani, por un “intento pirata de compra hostil” lanzado por Banca Popolare di Lodi -luego Popolare Italiana- sobre Antonveneta. Las actuaciones contra Unipol derivan de un fraude, descubierto en 2002, para quedarse con aquellos € 410 millones en bonos. Pero Gnutti ya se halla “sub judice” por un delito similar.

En un expediente de 85 fojas, la Consob acusa a Consorte y Gnutti de “ganancias ilícitas en perjuicio de inversores”. Según el texto, “ el 28 de febrero de 2002, Unipol comunica a la bolsa de Milán que reembolsará en forma anticipada dos emprestitos, emitiendo obligaciones. El efecto del dato privilegiado –o sea, conocido de antemano- era éste: los títulos valían 92 puntos mientras su rescate era en 2005, pero el adelanto los hizo superan los cien”.

.

Antes de saberse la novedad, “Banca Lombarda copa todos los títulos asequibles al precio viejo, para consignárselos a Gnutti y testaferros”. Ahora bien ¿cómo revendieron los bonos e hicieron una jugosa diferencia en pocos días? Simple: vía sociedades de papel en Luxemburgo, Suiza y otras plazas extraterritoriales. No sin cierta colaboración de Crédit Lyonnais. Ese banco venía de sortear su propio escándalo gracias a las conexiones políticas de su ex presidente, Jean-Paul Trichet, hoy en el Banco Central Europeo. Ese afer era el mayor en la historia de la banca francesa.

“Se ha detectado una red oculta de sociedades extraterritoriales, armada por Conorte y (el especulador inmobiliario) Emilio Gnutti. Su clave era el abuso de información privilegiada –insider’s trading- y afecta a obligaciones emitidas en 2000/1”. Así señalaba Giuseppe Portioli, a cargo de las investigaciones encaradas por la Commissione nazionale de società e borse (Consib), en un oficio al juez Carlo Meyer.

Consorte sigue manejando Unipol y se empeña en comprar, a toda costa, Banca Nazionale del Lavoro (BNL). Pero este nuevo escándalo posiblemente le permita al interesado inicial, Banco Bilbao Vizcaya Argentaria (BBVA) retomar negociaciones. Tanto en ese caso como en el de Banca Antoniana Popolare Veneta –ahora en manos de ABN Amro-, el papel de Antonio Fazio, todavía presidente de Banca d’Italia (central), lo expone a acciones judiciales.

Por su parte, Gnutti está procesado, junto con Giampiero Fiorani, por un “intento pirata de compra hostil” lanzado por Banca Popolare di Lodi -luego Popolare Italiana- sobre Antonveneta. Las actuaciones contra Unipol derivan de un fraude, descubierto en 2002, para quedarse con aquellos € 410 millones en bonos. Pero Gnutti ya se halla “sub judice” por un delito similar.

En un expediente de 85 fojas, la Consob acusa a Consorte y Gnutti de “ganancias ilícitas en perjuicio de inversores”. Según el texto, “ el 28 de febrero de 2002, Unipol comunica a la bolsa de Milán que reembolsará en forma anticipada dos emprestitos, emitiendo obligaciones. El efecto del dato privilegiado –o sea, conocido de antemano- era éste: los títulos valían 92 puntos mientras su rescate era en 2005, pero el adelanto los hizo superan los cien”.

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Antes de saberse la novedad, “Banca Lombarda copa todos los títulos asequibles al precio viejo, para consignárselos a Gnutti y testaferros”. Ahora bien ¿cómo revendieron los bonos e hicieron una jugosa diferencia en pocos días? Simple: vía sociedades de papel en Luxemburgo, Suiza y otras plazas extraterritoriales. No sin cierta colaboración de Crédit Lyonnais. Ese banco venía de sortear su propio escándalo gracias a las conexiones políticas de su ex presidente, Jean-Paul Trichet, hoy en el Banco Central Europeo. Ese afer era el mayor en la historia de la banca francesa.

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