Un índice privado y el crudo bajo empujan al dólar,
no a Wall Street

En mercados todavía poco activos, bastaron un indicador privado, presunciones sobre otro y una baja de crudos (2,92%) para que el euro cediese muy levemente. Pero Wall Street se veía pálida.

3 enero, 2005

Lo que en realidad era una suave toma de ganancias cambiarias fue transformada, por la varita de algunos gurúes, en un “éxito” estadigráfico. Ocurre que un índice privado (lo compila el Institute for Supply Managements, un grupo de gerentes de compras) detectó en diciembre mayor actividad industrial.

Como el ISM tiende a fomentar expectativas, dedujo de esa señal que en 2005 habrá una reactivación más marcada. Por su parte, el mercado espera que, cuando salgan las cifras oficiales de empleo correspondientes al mes pasado (el viernes), convaliden el optimismo del ISM. En otras palabras, se da por hecho que el departamento de Trabajo confirme 2004 como el año con mayor recreación de puestos laborales desde 1999.

Ninguno de esos números afectó realmente al espinel cambiario. Tampoco pudo impedir que Wall Street, poco operado, cerrase entre neutro y con moderadas pérdidas. El euro cedió apenas (de US$ 1,365 a 1,348), el dólar se mantuvo bajo 103 yenes o FS 1,15. La libra aflojó de US$ 1,929 a 1,903. El WTO descendió de US$ 42,80 a 41,55 el barril.

Lo que en realidad era una suave toma de ganancias cambiarias fue transformada, por la varita de algunos gurúes, en un “éxito” estadigráfico. Ocurre que un índice privado (lo compila el Institute for Supply Managements, un grupo de gerentes de compras) detectó en diciembre mayor actividad industrial.

Como el ISM tiende a fomentar expectativas, dedujo de esa señal que en 2005 habrá una reactivación más marcada. Por su parte, el mercado espera que, cuando salgan las cifras oficiales de empleo correspondientes al mes pasado (el viernes), convaliden el optimismo del ISM. En otras palabras, se da por hecho que el departamento de Trabajo confirme 2004 como el año con mayor recreación de puestos laborales desde 1999.

Ninguno de esos números afectó realmente al espinel cambiario. Tampoco pudo impedir que Wall Street, poco operado, cerrase entre neutro y con moderadas pérdidas. El euro cedió apenas (de US$ 1,365 a 1,348), el dólar se mantuvo bajo 103 yenes o FS 1,15. La libra aflojó de US$ 1,929 a 1,903. El WTO descendió de US$ 42,80 a 41,55 el barril.

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