Seúl cerró tratado libre comercio con Chile

El Parlamento surcoreano ratificó el Tratado de Libre Comercio (TLC) con Chile, después de tres intentos infructuosos por el boicot de políticos y la fuerte oposición del campo, que lo considera nefasto para la agricultura del país.

16 febrero, 2004

Pese a contar con la clara oposición de los diputados procedentes de las regiones rurales, el visto bueno se obtuvo con una mayoría amplia de 162 votos a favor y 71 en contra, mediante una votación abierta y con papeletas que dejaron ver a los ojos de los agricultores quiénes les apoyaron en su boicot al pacto bilateral.
El partido gubernamental Uri votó en bloque a favor del tratado, mientras que los diputados de zonas rurales de los partidos de la oposición votaron en contra.

Los agricultores surcoreanos consideran perjudicial este tratado para todo el sector agropecuario del país, y mientras se votaba la ley unos 3.000 agricultores procedentes de diferentes partes de Corea del Sur se concentraron en las proximidades del Parlamento para mostrar su disconformidad con la ratificación del TLC.
Tras conocerse la aprobación del acuerdo, los agricultores, controlados por unos 7.500 policías, comenzaron a arrojar botellas y otros objetos a las fuerzas de seguridad, aunque podo después se disolvieron pacíficamente.
Para los agricultores, la ratificación es similar al “exterminio de la agricultura surcoreana”, razón que esgrimieron para intentar penetrar en el edificio de la Asamblea Nacional legislativa, amenazando con iniciar una campaña de “juzgar” con sus votos en las próximas elecciones a los diputados que respaldaron el tratado.

En cambio, las organizaciones empresariales se mostraron satisfechas al considerar que el TLC impulsará las exportaciones de las manufacturas surcoreanas a Latinoamérica.
Los empresarios reiteraron que la firma de este pacto forma parte de la corriente irreversible de la estructura económica mundial, proceso en el que Corea del Sur debe participar para que su economía, muy dependiente del comercio exterior, pueda sobrevivir.
Fuentes de la patronal señalaron que el visto bueno ayudará a recuperar la credibilidad del país, puesta en entredicho por los repetidos aplazamientos que su votación sufrió en el Legislativo, con la esperanza de que las exportaciones resuciten la economía en recesión.

Según el Ministerio de Industria, la ejecución del TLC con Chile traerá a la exportación surcoreana unos beneficios de 70 millones de dólares a corto plazo y 220 millones de dólares a medio y largo plazo.
El portavoz del palacio presidencial surcoreano, Yoon Tai Young, agradeció la aprobación del TLC con Chile y manifestó la voluntad del Gobierno de llevar a cabo las ayudas al sector agrícola.

El ministro surcoreano de Agricultura, Huh Sang Man, prometió a los agricultores minimizar con subsidios los daños que pueda provocar el TLC, al contar con unos presupuestos especiales de 1.280 millones de dólares para tal fin.
Corea del Sur y Chile firmaron el TLC el 15 de febrero de 2003 en Seúl y la ley fue presentada en julio al Parlamento para su ratificación, pero la votación fue suspendida en tres ocasiones por el boicot de los parlamentarios con respaldo agrícola ante las elecciones legislativas de abril.

Según el tratado comercial y con la salvedad de los productos de cobre, Corea del Sur deberá eliminar los aranceles a las manufacturas industriales y a 224 productos agrícolas procedentes de Chile.
El país andino, por su parte, hará lo mismo a más de dos mil productos industriales en los sectores del automóvil, informática y maquinaria.
El Gobierno surcoreano espera que el TLC con Chile, el primero de estas características del país asiático, sirva para abrir otros mercados latinoamericanos, así como para acelerar las negociaciones de acuerdos similares con Singapur y Japón, actualmente en marcha.

Pese a contar con la clara oposición de los diputados procedentes de las regiones rurales, el visto bueno se obtuvo con una mayoría amplia de 162 votos a favor y 71 en contra, mediante una votación abierta y con papeletas que dejaron ver a los ojos de los agricultores quiénes les apoyaron en su boicot al pacto bilateral.
El partido gubernamental Uri votó en bloque a favor del tratado, mientras que los diputados de zonas rurales de los partidos de la oposición votaron en contra.

Los agricultores surcoreanos consideran perjudicial este tratado para todo el sector agropecuario del país, y mientras se votaba la ley unos 3.000 agricultores procedentes de diferentes partes de Corea del Sur se concentraron en las proximidades del Parlamento para mostrar su disconformidad con la ratificación del TLC.
Tras conocerse la aprobación del acuerdo, los agricultores, controlados por unos 7.500 policías, comenzaron a arrojar botellas y otros objetos a las fuerzas de seguridad, aunque podo después se disolvieron pacíficamente.
Para los agricultores, la ratificación es similar al “exterminio de la agricultura surcoreana”, razón que esgrimieron para intentar penetrar en el edificio de la Asamblea Nacional legislativa, amenazando con iniciar una campaña de “juzgar” con sus votos en las próximas elecciones a los diputados que respaldaron el tratado.

En cambio, las organizaciones empresariales se mostraron satisfechas al considerar que el TLC impulsará las exportaciones de las manufacturas surcoreanas a Latinoamérica.
Los empresarios reiteraron que la firma de este pacto forma parte de la corriente irreversible de la estructura económica mundial, proceso en el que Corea del Sur debe participar para que su economía, muy dependiente del comercio exterior, pueda sobrevivir.
Fuentes de la patronal señalaron que el visto bueno ayudará a recuperar la credibilidad del país, puesta en entredicho por los repetidos aplazamientos que su votación sufrió en el Legislativo, con la esperanza de que las exportaciones resuciten la economía en recesión.

Según el Ministerio de Industria, la ejecución del TLC con Chile traerá a la exportación surcoreana unos beneficios de 70 millones de dólares a corto plazo y 220 millones de dólares a medio y largo plazo.
El portavoz del palacio presidencial surcoreano, Yoon Tai Young, agradeció la aprobación del TLC con Chile y manifestó la voluntad del Gobierno de llevar a cabo las ayudas al sector agrícola.

El ministro surcoreano de Agricultura, Huh Sang Man, prometió a los agricultores minimizar con subsidios los daños que pueda provocar el TLC, al contar con unos presupuestos especiales de 1.280 millones de dólares para tal fin.
Corea del Sur y Chile firmaron el TLC el 15 de febrero de 2003 en Seúl y la ley fue presentada en julio al Parlamento para su ratificación, pero la votación fue suspendida en tres ocasiones por el boicot de los parlamentarios con respaldo agrícola ante las elecciones legislativas de abril.

Según el tratado comercial y con la salvedad de los productos de cobre, Corea del Sur deberá eliminar los aranceles a las manufacturas industriales y a 224 productos agrícolas procedentes de Chile.
El país andino, por su parte, hará lo mismo a más de dos mil productos industriales en los sectores del automóvil, informática y maquinaria.
El Gobierno surcoreano espera que el TLC con Chile, el primero de estas características del país asiático, sirva para abrir otros mercados latinoamericanos, así como para acelerar las negociaciones de acuerdos similares con Singapur y Japón, actualmente en marcha.

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