Según George Soros, el euro y la UE saltarían en pedazos
Estados Unidos ha perdido la supremacía y se acabó el fundamentalismo de mercado, señala quien acabó, en 1992, con el liderazgo de la libra. Ahora, hace falta afirma- una especie de fondo monetario europeo para corregir los déficit.
15 abril, 2010
<p>Con ochenta años encima, todavía lo detestan británicos, italianos y otros por aquella hazaña, cuando era el megaespeculador más temible del mundo. Pero también es uno de poquísimos intelectuales de la economía y las finanzas. Hoy lanza en Venecia un centro de investigaciones sobre el clima que coauspicia.<br />
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Hablando de temas candentes, George Soros coincide con Lorenzo Bini Smaghi (Banco Central Europeo) en que existen posibilidades de rescatar a Grecia. Pero teme las vacilaciones alemanas, algo natural en este discípulo de Karl Popper. Al respecto, su teoría sobre irracionalidad de los mercados especulativos la sindica como capaz de amplificar tendencias al punto de desequilibrar países enteros (aun contra otras ideas del mismo economista).<br />
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Más allá del caso griego o la eventual secuencia portuguesa, Soros destaca que esta crisis pone en primer plano algo que muchos sabían: tal como se estructuró en Maastricht (1992), “el euro era un producto ambiguo. Tenía el BCE, pero no una política macro común y cada país de la Eurozona debía ocuparse de un imposible: que el rojo fiscal no superase 3% del producto bruto interno”.<br />
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Irónicamente, la poderosa Alemania fue la primera en ser multada por incumplimiento, en 2003. Para muchos, el euro era la contraparte de la reunificación germana (1990), pero “quedó como rehén del mismo proceso, esto es la absorción de la ex república democrática”. Eso explica, entre otras cosas, le negativa de Gran Bretaña a entrar en la Eurozona.<br />
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<p>Sin embargo, apunta Soros, “la reunificación fue la fuerza motriz del avance europeo. Ya no. Los alemanes hoy se sienten marginados, se repliegan en sí mismos y rechazan su antiguo papel como estímulo del resto”. A su criterio, “si no mejora el clima, el euro saltará en pedazos junto con la propia Unión Europea y ni hablar de la Eurozona”.</p>
<p>Otro factor crítico, no directamente relacionado con el euro, es la pérdida de confianza en los mercados y en “un fundamentalismo legado por el modelo capitalista anglosajón. EE.UU. había promovido un orden mundial donde era más igual que sus iguales, en el sentido orwelliano, y se permitió durante años consumir 6,5% más de lo producido. Ahora todo terminó y esto se refleja en el plano de las ideas”.</p>
<p>George Soros nació como Györgyi Svarcz en Budapest, 1930. Su padre Ferenc le cambió el apellido a Sörös para eludir la persecución en la judería húngara por los nazis y sus colaboradores locales. Ya como George estudió en la escuela de economía londinense, cuyo numen era Popper, adalid de la economía abierta. Esto es, el modelo hoy cuestionado. <br />
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