Reitera Estados Unidos su impaciencia comercial con China

El auge del proteccionismo en EE.UU. se liga al déficit de US$ 202.000 millones en la balanza de 2005 y “puede perjudicar también a la economía china”. Así sostenía en Shanghai el secretario norteamericanos de Comercio, Carlos Gutiérrez.

31 marzo, 2006

Al respecto, el funcionario espera “un declive de exportaciones a nuestro mercado, su mayor importador”. A juicio de Gutiérrez, Beijing “podría ayudarnos a neutralizar esa amenaza elevando el yüan, mejorando el acceso a la plaza local para productos norteamericanos y respetando más las patentes”. Vale decir, las exigencias de costumbre.

El visitante admitió que las tarifas aduaneras chinas han bajado desde el ingreso del país a la Organización Mundial de Comercio en 2001. Pero, a su criterio, “persisten barreras y trabas. Es importante que China advierta que las voces proteccionistas tienen peso real en EE.UU.”

Mientras tanto, algunos riesgos parecían esfumarse. Los senadores Charles Schumer (demócrata, Nueva York) y Lindsey Graham (republicano, Surcarolina) han postergado un proyecto para gravar importaciones desde China, si ésta no deja elevarse el yüan contra el dólar. Ambos legisladores se muestran más optimistas luego de un viaje a Beijing, días atrás.

En otro plano, los senadores Charles Grassley (Iowa) y Max Baucus (Montana), respectivamente máximo republicano y máximo demócrata en la comisión de Hacienda, promueven un proyecto propio. Se centra más en política cambiaria, pero no llega a amenazar con represalias aduaneras.

El gobierno de George W.Bush presiona a China para lograr progreso en cuanto a acceso al mercado oriental durante la próxima reunión de la comisión conjunta de comercio. El encuentro está programado para el 11 de abril en Washington y sus resultados influirán en la visita norteamericana del presidente Hun Jintao, más tarde en el mes.

Al respecto, el funcionario espera “un declive de exportaciones a nuestro mercado, su mayor importador”. A juicio de Gutiérrez, Beijing “podría ayudarnos a neutralizar esa amenaza elevando el yüan, mejorando el acceso a la plaza local para productos norteamericanos y respetando más las patentes”. Vale decir, las exigencias de costumbre.

El visitante admitió que las tarifas aduaneras chinas han bajado desde el ingreso del país a la Organización Mundial de Comercio en 2001. Pero, a su criterio, “persisten barreras y trabas. Es importante que China advierta que las voces proteccionistas tienen peso real en EE.UU.”

Mientras tanto, algunos riesgos parecían esfumarse. Los senadores Charles Schumer (demócrata, Nueva York) y Lindsey Graham (republicano, Surcarolina) han postergado un proyecto para gravar importaciones desde China, si ésta no deja elevarse el yüan contra el dólar. Ambos legisladores se muestran más optimistas luego de un viaje a Beijing, días atrás.

En otro plano, los senadores Charles Grassley (Iowa) y Max Baucus (Montana), respectivamente máximo republicano y máximo demócrata en la comisión de Hacienda, promueven un proyecto propio. Se centra más en política cambiaria, pero no llega a amenazar con represalias aduaneras.

El gobierno de George W.Bush presiona a China para lograr progreso en cuanto a acceso al mercado oriental durante la próxima reunión de la comisión conjunta de comercio. El encuentro está programado para el 11 de abril en Washington y sus resultados influirán en la visita norteamericana del presidente Hun Jintao, más tarde en el mes.

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