¿Qué pasó?

La prensa buscó explicaciones sobre lo ocurrido en Wall Street. En su mayoría coinciden en que la economía mundial es sólida y no hay riesgo de un derrumbe estrepitoso. Más que una crisis, estamos ante una corrección de los mercados.

24 abril, 2000

La prensa del fin de semana se lanzó a la búsqueda de explicaciones sobre lo que había pasado y sobre lo que podría pasar. Economistas y analistas de todas las tendencias dieron su opinión. La edición dominical de Clarín, recogió algunas apreciaciones:

· Martín Redrado, titular de la Fundación Capital, dijo que Wall Street retorna a la relación precio-utilidades, luego de haber dominado la de precio-fantasía, en alusión a las expectativas sobre futuro planteadas en el campo de las acciones tecnológicas. Cree en una contracción del consumo en los Estados Unidos y una disminución en las utilidades empresarias.

· José María Dagnino Pastore, opinó que la economía mundial se muestra muy sólida, a pesar de que hay excesiva liquidez y notables burbujas en los portales y sitios de Internet.

· Roberto Alemann, asegura que hemos pasado por un ajuste en el excesivo crecimiento de los precios de las acciones y que la economía norteamericana no se verá afectada. El reajuste es una buena noticia; la mala sería que continuará el crecimiento de la burbuja especulativa.

· Carlos Rodríguez, “no estamos ante una crisis, sino ante una corrección que aún no concluyó en un mercado de acciones. Lo bueno: se desaceleró la economía norteamericana y es posible que la Fed no necesite subir la tasa de interés o, al menos, no la ajuste demasiado: lo malo: se detuvo la caída de la tasa de riesgo para los países endeudados, como la Argentina.

· Julio Arranz, del Banco Río, estima que si hemos asistido a una corrección, el impacto es reducido (para la Argentina), pero si continúa el desplome bursátil, pasaría a ser muy negativo

De la Rúa endurece posiciones

¿Quién le teme a Hugo Moyano? – De la Rúa quiere apurar a toda costa la Reforma Laboral. Storani concurre al Senado, en momentos en que arrecian las críticas al Fondo Monetario Internacional y a sus exigencias.

El miedo no frenará la aprobación de la reforma (laboral), dijo desde San Martín de los Andes el fin de semana, el presidente Fernando De la Rúa. No se privó de tirar por elevación contra los dirigentes del ala dura del gremialismo: Yo quiero ver a los dirigentes más cerca de la gente
Las palabras presidenciales marcan el tono de la jornada que, en horas de la tarde verá al Ministro del Interior, Federico Storani, dialogar con la Comisión de Labor Parlamentaria del Senado. Lo acompañarán el Secretario de Seguridad, Enrique Mathov – blanco de muchas flechas envenenadas dentro del oficialismo – y el Jefe de la Policía Federal, Rubén Santos. La institución ha sido cuestionada por el exceso en la represión de la madrugada del miércoles, pero se defiende alegando órdenes del poder civil, incluso de los fiscales de turno

La oposición tiene en sus manos una carta de peso, al traspasar al gobierno la imagen de un Estado represor que no condice con los antecedentes y las palabras de los políticos de la Alianza

Storani, probablemente, se refiere a los aprietes del sindicalismo duro y aluda a maniobras políticas destinadas a minar la imagen oficial

No se descarta que, a puertas cerradas, la oposición recrimine un excesivo apego del gobierno a los dictados del Fondo Monetario Internacional. Se siente avalada por la catarata de críticas disparadas contra las autoridades financieras mundiales no solamente por los manifestantes que ganaron las calles de Seattle y Washington, sino por economistas y políticos de renombre mundial

El Premio Nobel de Economía Robert Mundell, declaró que no cree que el FMI esté haciendo un buen trabajo. Como ejemplo destacó que en Asia los periodistas le preguntaron sobre la crisis de la región y “del Fondo Monetario Internacional”. En una reunión con el Presidente, en la Casa Rosada, propició la rebaja de los impuestos, tal como lo preconizan sectores de la oposición política, en abierta contradicción con la exigencias del FMI

Joseph Stiglitz, ex economista del Banco Mundial, concuerda con aquellos que califican el FMI de arrogante, que no escucha realmente a los países en desarrollo y subraya que sus remedios tornan las desaceleraciones en recesiones y las recesiones en depresiones

La prensa del fin de semana se lanzó a la búsqueda de explicaciones sobre lo que había pasado y sobre lo que podría pasar. Economistas y analistas de todas las tendencias dieron su opinión. La edición dominical de Clarín, recogió algunas apreciaciones:

· Martín Redrado, titular de la Fundación Capital, dijo que Wall Street retorna a la relación precio-utilidades, luego de haber dominado la de precio-fantasía, en alusión a las expectativas sobre futuro planteadas en el campo de las acciones tecnológicas. Cree en una contracción del consumo en los Estados Unidos y una disminución en las utilidades empresarias.

· José María Dagnino Pastore, opinó que la economía mundial se muestra muy sólida, a pesar de que hay excesiva liquidez y notables burbujas en los portales y sitios de Internet.

· Roberto Alemann, asegura que hemos pasado por un ajuste en el excesivo crecimiento de los precios de las acciones y que la economía norteamericana no se verá afectada. El reajuste es una buena noticia; la mala sería que continuará el crecimiento de la burbuja especulativa.

· Carlos Rodríguez, “no estamos ante una crisis, sino ante una corrección que aún no concluyó en un mercado de acciones. Lo bueno: se desaceleró la economía norteamericana y es posible que la Fed no necesite subir la tasa de interés o, al menos, no la ajuste demasiado: lo malo: se detuvo la caída de la tasa de riesgo para los países endeudados, como la Argentina.

· Julio Arranz, del Banco Río, estima que si hemos asistido a una corrección, el impacto es reducido (para la Argentina), pero si continúa el desplome bursátil, pasaría a ser muy negativo

De la Rúa endurece posiciones

¿Quién le teme a Hugo Moyano? – De la Rúa quiere apurar a toda costa la Reforma Laboral. Storani concurre al Senado, en momentos en que arrecian las críticas al Fondo Monetario Internacional y a sus exigencias.

El miedo no frenará la aprobación de la reforma (laboral), dijo desde San Martín de los Andes el fin de semana, el presidente Fernando De la Rúa. No se privó de tirar por elevación contra los dirigentes del ala dura del gremialismo: Yo quiero ver a los dirigentes más cerca de la gente
Las palabras presidenciales marcan el tono de la jornada que, en horas de la tarde verá al Ministro del Interior, Federico Storani, dialogar con la Comisión de Labor Parlamentaria del Senado. Lo acompañarán el Secretario de Seguridad, Enrique Mathov – blanco de muchas flechas envenenadas dentro del oficialismo – y el Jefe de la Policía Federal, Rubén Santos. La institución ha sido cuestionada por el exceso en la represión de la madrugada del miércoles, pero se defiende alegando órdenes del poder civil, incluso de los fiscales de turno

La oposición tiene en sus manos una carta de peso, al traspasar al gobierno la imagen de un Estado represor que no condice con los antecedentes y las palabras de los políticos de la Alianza

Storani, probablemente, se refiere a los aprietes del sindicalismo duro y aluda a maniobras políticas destinadas a minar la imagen oficial

No se descarta que, a puertas cerradas, la oposición recrimine un excesivo apego del gobierno a los dictados del Fondo Monetario Internacional. Se siente avalada por la catarata de críticas disparadas contra las autoridades financieras mundiales no solamente por los manifestantes que ganaron las calles de Seattle y Washington, sino por economistas y políticos de renombre mundial

El Premio Nobel de Economía Robert Mundell, declaró que no cree que el FMI esté haciendo un buen trabajo. Como ejemplo destacó que en Asia los periodistas le preguntaron sobre la crisis de la región y “del Fondo Monetario Internacional”. En una reunión con el Presidente, en la Casa Rosada, propició la rebaja de los impuestos, tal como lo preconizan sectores de la oposición política, en abierta contradicción con la exigencias del FMI

Joseph Stiglitz, ex economista del Banco Mundial, concuerda con aquellos que califican el FMI de arrogante, que no escucha realmente a los países en desarrollo y subraya que sus remedios tornan las desaceleraciones en recesiones y las recesiones en depresiones

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