Por déficit exploratorio, quizá se importe crudo ya en 2008

Según Daniel Montamat, a falta de exploración y el agotamiento de cuencas obligarían a la Argentina a importar petróleo liviano. Eso acabará con el autoabastecimiento logrado por políticas previas a los 90.

31 julio, 2006

Eso señalan también proyecciones difundidas por la consultoría Economía y regiones. A criterio del ex presidente de la YPF estatal y ex secretario de energía y combustibles. El problema surgirá en 2008 y el abastecimiento tal vez se termine en 2010. No obstante, ya en 2007 será preciso importar pequeños volúmenes de crudos livianos.

El estudio de la firma va más lejos e indica que el actual ritmo de exploraciones lleva inexorablemente a la dependencia externa. Bajo el gobierno de Carlos Ménem, la veloz privatización sectorial eliminó la compañía estatal testigo (papel que intenta recobrar Néstor Kirchner, vía Enarsa).

El informe presume que, en dos años, será preciso comprar afuera 8,3% de la demanda local de crudos. Esto equivale a casi 20% de la producción en Neuquén, la provincia petrolera hoy más relevantes. Calculando a precios corrientes –alrededor de US$ 74 el barril de crudo tejano, a fines de julio-, las importaciones insumirían alrededor de US$ 1.160 millones anuales.

Todavía y por necesidades políticas, los pronósticos oficiales son menos pesimistas. El gobierno federal cree que este año habrá repunte y hasta imagina que el país no dejará de autoabastecerse. Pero, a pesar de precios en alza, Argentina (-4%) y Colombia son los únicos en Sudamérica que, en 2005, sufrieron retrocesos de producción. Brasil, cuyas características geológicas se parecen, incrementó 11% la explotación, porque ahí subsiste una empresa estatal testigo (Petrobrás), que explora en forma sistemática). En cuanto al nuevo aliados del Mercosur, Venezuela, sus crudos son pesados.

Eso señalan también proyecciones difundidas por la consultoría Economía y regiones. A criterio del ex presidente de la YPF estatal y ex secretario de energía y combustibles. El problema surgirá en 2008 y el abastecimiento tal vez se termine en 2010. No obstante, ya en 2007 será preciso importar pequeños volúmenes de crudos livianos.

El estudio de la firma va más lejos e indica que el actual ritmo de exploraciones lleva inexorablemente a la dependencia externa. Bajo el gobierno de Carlos Ménem, la veloz privatización sectorial eliminó la compañía estatal testigo (papel que intenta recobrar Néstor Kirchner, vía Enarsa).

El informe presume que, en dos años, será preciso comprar afuera 8,3% de la demanda local de crudos. Esto equivale a casi 20% de la producción en Neuquén, la provincia petrolera hoy más relevantes. Calculando a precios corrientes –alrededor de US$ 74 el barril de crudo tejano, a fines de julio-, las importaciones insumirían alrededor de US$ 1.160 millones anuales.

Todavía y por necesidades políticas, los pronósticos oficiales son menos pesimistas. El gobierno federal cree que este año habrá repunte y hasta imagina que el país no dejará de autoabastecerse. Pero, a pesar de precios en alza, Argentina (-4%) y Colombia son los únicos en Sudamérica que, en 2005, sufrieron retrocesos de producción. Brasil, cuyas características geológicas se parecen, incrementó 11% la explotación, porque ahí subsiste una empresa estatal testigo (Petrobrás), que explora en forma sistemática). En cuanto al nuevo aliados del Mercosur, Venezuela, sus crudos son pesados.

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