Picos de US$ 1.000 en oro, US$ 1,567 en euro y dólar a sólo 0,638

Situaciones críticas en Carlyle Capital y Bear Stearns presionan contra Wall Street. Mientras tanto, finalmente el oro al contado toca mil dólares la onza. A su vez el euro alcanza US$ 1,567; o sea, el dólar no sube de € 0,638.

14 marzo, 2008

Menos caliente estaba el petróleo. Los crudos tejanos medios se mantenías en US$ 109,50 el barril (Nueva York) y a 107,45 el Brent nórdico (Londres).

Dejando de laso un sector financiero sumido en su propia crisis de sobrevivencia, el problema esencial es la retracción del consumo en Estados Unidos, donder representa 67% del producto bruto interno. Por otra parte, el increíble auge de los hidrocarburos –básicamente especulativo- golpea los bolsillos vía nafta cara. Vale decir, otro factor inflacionario.

Por ende, las ventas minoristas cayeron sorpresivamente 0,6% en febrero. En tanto, los desocupados que perciben subsidios gubernamentales alcanzaban la semana pasada el mayor nivele en dos años y medio. El índice nacional de desempleo urbano tornaba a rozar 5% de la población activa.

En otros términos, la creciente crisis de liquidez que castiga a Wall Street se contagia a la economía física. Finalmente, la falta de crédito llega a los consumidores, que ya no pueden apelar a sus tarjetas de crédito. Por ende, el público deja de comprar y se limita a lo necesario.

Muchas firmas de valores creen que la economía ya esta en recesión. James Dimon, presidente ejecutivo de JP Morgan Chase, advirtió que habrá nuevos deterioros inmobiliarios. El sector ya está peor que en la depresión de 1929/36. Por otro lado, George W.Bush legará a su sucesor un fisco quebrado.

Este clima denso explica que el euro haya pasado de US$ 1,56 (€ 0,64 por dólar) y esa moneda haya cedido a menos de cien yenes, algo que no había ocurrido en doce años. En cuanto a la bolsa neoyorquina, hubo descensos de hasta 2,26% (Nasdaq compuesto), 2,08% (Standard&Poor’s 500) y 1,6% (Dow Jones 30).

Menos caliente estaba el petróleo. Los crudos tejanos medios se mantenías en US$ 109,50 el barril (Nueva York) y a 107,45 el Brent nórdico (Londres).

Dejando de laso un sector financiero sumido en su propia crisis de sobrevivencia, el problema esencial es la retracción del consumo en Estados Unidos, donder representa 67% del producto bruto interno. Por otra parte, el increíble auge de los hidrocarburos –básicamente especulativo- golpea los bolsillos vía nafta cara. Vale decir, otro factor inflacionario.

Por ende, las ventas minoristas cayeron sorpresivamente 0,6% en febrero. En tanto, los desocupados que perciben subsidios gubernamentales alcanzaban la semana pasada el mayor nivele en dos años y medio. El índice nacional de desempleo urbano tornaba a rozar 5% de la población activa.

En otros términos, la creciente crisis de liquidez que castiga a Wall Street se contagia a la economía física. Finalmente, la falta de crédito llega a los consumidores, que ya no pueden apelar a sus tarjetas de crédito. Por ende, el público deja de comprar y se limita a lo necesario.

Muchas firmas de valores creen que la economía ya esta en recesión. James Dimon, presidente ejecutivo de JP Morgan Chase, advirtió que habrá nuevos deterioros inmobiliarios. El sector ya está peor que en la depresión de 1929/36. Por otro lado, George W.Bush legará a su sucesor un fisco quebrado.

Este clima denso explica que el euro haya pasado de US$ 1,56 (€ 0,64 por dólar) y esa moneda haya cedido a menos de cien yenes, algo que no había ocurrido en doce años. En cuanto a la bolsa neoyorquina, hubo descensos de hasta 2,26% (Nasdaq compuesto), 2,08% (Standard&Poor’s 500) y 1,6% (Dow Jones 30).

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