Petróleo: Rusia presiona a EE.UU. en torno de Iraq

Rusia ha acentuado su oposición al uso de la fuerza contra Iraq. Ni siquiera aceptará que, de fracasar las inspecciones, la ONU amenace a Bagdad. Según varios analistas, Moscú busca negociar el futuro petrolero tras una eventual guerra.

15 octubre, 2002

La polémica autorización del Congreso estadounidense a un ataque
formal sobre Iraq acelera los tiempos para el resto de los jugadores en el tablero
internacional. Rusia ha reiterado ayer que no aceptará la propuesta de
Washington en las Naciones Unidas, tendiente a que la organización imponga
condiciones más duras a Bagdad sobre arsenales de armas no convencionales.

Moscú tampoco acepta, hasta ahora, que la negativa de Iraq lleve automáticamente
a una invasión. No obstante, medios diplomáticos alemanes, japoneses
y chinos sospechan que el objetivo real de los rusos no es la suerte de Saddam
Husáin, sino el destino de las reservas petroleras locales -segundas
del mundo, entre las comprobadas-, los acuerdos preexistentes y la injerencia
de empresas estadounidenses bajo el manto saudí.

Por el momento, los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad siguen
negociando la propuesta de EE.UU. sobre armas químicas, biológicas
y nucleares en manos de Iraq. Todos tienen poder de veto y, si Rusia lo ejerce,
China la seguirá, en tanto Francia probablemente se abstenga y Gran Bretaña
secunde a Washington.

Jagdish Kunjul (Mauricio), presidente de turno, también cree que Moscú
va en pos de compromisos que incluyan la cuestión petrolera.

La polémica autorización del Congreso estadounidense a un ataque
formal sobre Iraq acelera los tiempos para el resto de los jugadores en el tablero
internacional. Rusia ha reiterado ayer que no aceptará la propuesta de
Washington en las Naciones Unidas, tendiente a que la organización imponga
condiciones más duras a Bagdad sobre arsenales de armas no convencionales.

Moscú tampoco acepta, hasta ahora, que la negativa de Iraq lleve automáticamente
a una invasión. No obstante, medios diplomáticos alemanes, japoneses
y chinos sospechan que el objetivo real de los rusos no es la suerte de Saddam
Husáin, sino el destino de las reservas petroleras locales -segundas
del mundo, entre las comprobadas-, los acuerdos preexistentes y la injerencia
de empresas estadounidenses bajo el manto saudí.

Por el momento, los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad siguen
negociando la propuesta de EE.UU. sobre armas químicas, biológicas
y nucleares en manos de Iraq. Todos tienen poder de veto y, si Rusia lo ejerce,
China la seguirá, en tanto Francia probablemente se abstenga y Gran Bretaña
secunde a Washington.

Jagdish Kunjul (Mauricio), presidente de turno, también cree que Moscú
va en pos de compromisos que incluyan la cuestión petrolera.

Compartir:
Notas Relacionadas

Suscripción Digital

Suscríbase a Mercado y reciba todos los meses la mas completa información sobre Economía, Negocios, Tecnología, Managment y más.

Suscribirse Archivo Ver todos los planes

Newsletter


Reciba todas las novedades de la Revista Mercado en su email.

Reciba todas las novedades