Nuevo congreso anual de los ejecutivos financieros

“Las tres íes” -instituciones, instrumentos e inversiones. fue el tema convocante de este XXIII congreso Instituto Argentino de Ejecutivos de Finanzas, celebrado el 27 y el 28. Brasil fue el tema estelar.

28 abril, 2006

Entre otros asuntos, la relevancia que Brasil asigna al Mercosur fue reivindicada por Maria Luzia Padua Lima (Fundação Getúlio Vargas). Se refirió al proceso de desindustrialización prematura en su país, con crecimiento modesto y hasta negativo. Obviamente, no contribuyó a mejorar el nivel de vida.

“Se produjo una especialización regresiva en sectores intensivos en recursos naturales”. La expositora aclaró que de ningún modo considera “una maldición” poseer esos recursos. “En los 90 se abandonó toda estrategia de desarrollo, que quedó fuera de agenda, en pos de apertura y de reformas pro mercado”. Vale decir, la receta del consenso de Washington.

El alto flujo de inversión externa directa durante los año 90 en Brasil “tampoco satisfizo expectativas. No aumentaron exportaciones con mayor contenido tecnológico ni se superaron obstáculos importantes para el desarrollo”, sostuvo Lima, quine se preguntó, al final, “qué camino seguir para volver a soñar con el desarrollo”

En el caso argentino, otros expositores recordaron que ahorro e inversión han caído a la mitad en los últimos veinte. Hoy, el gran problema es cómo crecer 5% anual para elevar demanda laboral y empezar así a reducir la marginalidad. Un dato positivo: la tasa de ahorro fue 20,5% del PBI en 2004 y, por primera vez, el sector público contribuyó.

Yendo a un plano más amplio, con la actual tasa de inversión, Latinoamérica no puede expandirse a más de 3% anual. Por ello no genera empleo. Se necesita, como mínimo, crecer al 5%. Eso requiere instrumentos de financiamiento apropiados. Pero el 50% de activos está colocado a treinta días o menos.

A criterio de otros oradores, Argentina está llena de “leyes ornamentales”que no se cumplen. La ambigüedad permite, por ejemplo, que haya 3.500 establecimientos contaminando el Riachuelo y tantas jurisdicciones que hacen imposible sanciones concretas y en tiempo.

El experto Ricardo Arriazu no ve con entusiasmo la continuidad del módico crecimiento mundial. Lo ve como un ciclo que “en algún momento va a darse vuelta”. En Argentina, “si sigue el alza de la demanda, sin correlato en la capacidad productiva, es previsible un choque de trenes (inflación, inestabilidad, crisis)”.

Entre otros asuntos, la relevancia que Brasil asigna al Mercosur fue reivindicada por Maria Luzia Padua Lima (Fundação Getúlio Vargas). Se refirió al proceso de desindustrialización prematura en su país, con crecimiento modesto y hasta negativo. Obviamente, no contribuyó a mejorar el nivel de vida.

“Se produjo una especialización regresiva en sectores intensivos en recursos naturales”. La expositora aclaró que de ningún modo considera “una maldición” poseer esos recursos. “En los 90 se abandonó toda estrategia de desarrollo, que quedó fuera de agenda, en pos de apertura y de reformas pro mercado”. Vale decir, la receta del consenso de Washington.

El alto flujo de inversión externa directa durante los año 90 en Brasil “tampoco satisfizo expectativas. No aumentaron exportaciones con mayor contenido tecnológico ni se superaron obstáculos importantes para el desarrollo”, sostuvo Lima, quine se preguntó, al final, “qué camino seguir para volver a soñar con el desarrollo”

En el caso argentino, otros expositores recordaron que ahorro e inversión han caído a la mitad en los últimos veinte. Hoy, el gran problema es cómo crecer 5% anual para elevar demanda laboral y empezar así a reducir la marginalidad. Un dato positivo: la tasa de ahorro fue 20,5% del PBI en 2004 y, por primera vez, el sector público contribuyó.

Yendo a un plano más amplio, con la actual tasa de inversión, Latinoamérica no puede expandirse a más de 3% anual. Por ello no genera empleo. Se necesita, como mínimo, crecer al 5%. Eso requiere instrumentos de financiamiento apropiados. Pero el 50% de activos está colocado a treinta días o menos.

A criterio de otros oradores, Argentina está llena de “leyes ornamentales”que no se cumplen. La ambigüedad permite, por ejemplo, que haya 3.500 establecimientos contaminando el Riachuelo y tantas jurisdicciones que hacen imposible sanciones concretas y en tiempo.

El experto Ricardo Arriazu no ve con entusiasmo la continuidad del módico crecimiento mundial. Lo ve como un ciclo que “en algún momento va a darse vuelta”. En Argentina, “si sigue el alza de la demanda, sin correlato en la capacidad productiva, es previsible un choque de trenes (inflación, inestabilidad, crisis)”.

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