Mientras la RF tomaría deuda a tesorería, ésta evalúa otro tipo de rescate
Benjamin Bernanke comprará títulos del tesoro, si ello alivia la crisis de liquidez. Pero parece más probable un salvamento apoyado en dos patas: un banco para adquirirle activos tóxicos al sector privado y garantías parciales sobre pérdidas futuras.
30 enero, 2009
<p>De hecho, Timothy Geithner (Hacienda) y el presidente de la Reserva Federal analizaba este semana un “proyecto banco tóxico”. En tanto, Barack Obama censuraba duramente a entidades financieras por haber remunerado en US$ 18.000 millones a ejecutivos superiores, en medio de una crisis sistémica originada por ellos.</p>
<p>“No es momento para bonificaciones e incentivos”, coincidió Geithner ante un silencioso Bernanke (que no suele criticar a los banqueros). Junto con medidas para frenar embargos hipotecarios, el paquete por US$ 819.000 millones no se vincula con el eventual “banco de pecadores”. El esquema de tomar activos tóxicos y ofrecer garantías parciales sobre futuros incobrables parece un truco contable para sortear un problema clave.</p>
<p>Se trata de eliminar en libros esas carteras sin asumir depreciaciones de otros activos. El “banco tóxico” los concentraría hasta que llegasen tiempos mejores. Aunque la situación es muy fluida y no se descartan otros esquemas, podría haber definiciones la semana próxima.</p>
<p>Ese banco tal vez sea manejado por Sheila Blair y su agencia para seguros sobre depósitos (FDIC en la sigla inglesa). Dado que esos activos están por demás depreciados, vendérselos al Estado quizá no deprima el precio de otros activos en las carteras bancarias. Como ironizaban algunos legisladores demócratas, “¿por qué no pagarles con bonos tóxicos a los ejecutivos codiciosos?”<br />
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