Merrill Lynch defraudó inversores, sostienen en Massachusetts
La firma de valores fue acusada por William Galvin de engañar al público sobre la volatilidad de tasas fijadas en subasta mientras estaba colocando títulos vinculados. Este canal (ARS en inglés) ya puso en crisis a Union des Banques Suisses.
1 agosto, 2008
<p>La banca de inversión neoyorquina (el otro papel que cumplen estas intermediarias de valores y ya acabó con Bear Stearns) “apeló a su propio departamento de investigaciones financieras para colaborar en la colocación de esos papeles”, reveló Galvin en Boston. El reclamo estadual exige a la tercera firma de su tipo en Wall Street “honrar transacciones ahora congeladas, indemnizar a los inversores que vendieron bonos o acciones a pérdida y pagar una multa aún no especificada”.</p>
<p>Merrill Lynch “estuvo colocando casi compulsivamente esos títulos, mientras su mesa de subastas prohibía a sus analistas revelar a los clientes el grado real de riesgo implicado en esas especulaciones”, sostiene el comunicado de la gobernación. “Todos sabían que los mercados estaban en crisis, pero no se lo decían a los inversores”.</p>
<p>La firma, disfrazada como banca de inversión y asesoramiento (algo que debiera prohibirse, como sostenía Elliott Spitzer, ex fiscal neoyorquino), es la segunda puesta en el banquillo por Massachusetts, desde que otros intermediarios dejaran de ser compradores de última instancia de ARS. Ello sucedió en febrero e hizo colapsar un segmento de US$ 330.000 millones.</p>
<p>El mes pasado, Galvin había iniciado acciones contra la filial de UBS en Nueva York, por los mismos motivos y un botín de US$ 25.000 millones. Recién entonces, los medios especializados prestaron atención a esta “crisis dentro de la crisis”, que vino gestándose durante seis meses. Pero, ahora, el mismo funcionario ha abierto indagaciones sobre Bank of America, el mayor de Estados Unidos.</p>
<p>Técnicamente, los ARS (<em>auction-rate securities</em>) son títulos a largo plazo o “acciones perpetuas” cuyos rendimientos se ajustan generalmente cada siete, 28 ó 35 días. El mecanismo lo manejan los intermediarios, como es habitual en un mercado monetario Hasta las crisis desatadas en 2007, las firmas de valores apoyaban el segmento sin necesidad de contrato previo cuando la demanda se secaba. Ya no.</p>
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