Marcado retroceso en las principales bolsas del mundo
Dos factores hacían bajar ayer a las mayores bolsas. Por un lado, ceden las expectativas sobre resultados trimestrales. Por el otro, el mercado cree que hoy- la Reserva Federal reducirá sólo un cuarto de punto las tasas referenciales.
“Debemos aceptar, de una vez por todas, que hay retroceso económico
en Estados Unidos y la Unión Europea. Entonces, primero es preciso estabilizar
variables y, recién después, esperar un repunte en la demanda tanto
real como en los mercados de riesgo. Entretanto, no hay que forjarse ilusiones
en cuanto a resultados de bancos y empresas”. Así sostenía
ayer un informe de Deutsche Asset Management, un fondo que maneja US$ 750.000
millones en Fráncfort y Nueva York.
En otras palabras, el avance accionario registrado entre mediados de mayo y de
junio parece haberse adelantado a los hechos y, en este momento, los papeles parecen
caros en relación con las perspectivas reales de las compañías.
Hasta hace pocos días, poquísimos analistas se hubiesen atrevido
a decirlo, especialmente en Wall Street, envuelta en una prematura campaña
por la reelección de George W. Bush.
Durante el último fin de semana, fueron apareciendo malas noticias en varios
sectores. En materia automotriz, pesaba la delicada situación financiera
de General Motors (algunos temen que sufra la suerte de Chrysler en los años
90). En crédito hipotecario, el líder Fannie Mae sufrió en
2002 quebrantos disimulados por una contabilidad ahora bajo investigación
federal. Por diversas razones, el área farmoquímica y la de asistencia
médica pierden rentabilidad. En síntesis, “quizá los
próximos trimestrales nos hagan caer del Nirvana donde vivíamos
desde fines de abril”, anticipaban observadores en Nueva York, plazas europeas.
Hay desconfianza también ante las eufóricas Tokio y Buenos Aires
(una plaza pequeña manejada por media docena de operadores). En la UE,
hubo marcadas bajas en Fráncfort (-1,74%), Londres (-1,62%) y el DJ EuroStoxx
50 (-1,68%). En Wall Street, los descensos eran 1,39% (Dow Jones industrial),
1,48% (Standard&Poor´s 500) y 2,12% (Nasdaq compuesto).
“Debemos aceptar, de una vez por todas, que hay retroceso económico
en Estados Unidos y la Unión Europea. Entonces, primero es preciso estabilizar
variables y, recién después, esperar un repunte en la demanda tanto
real como en los mercados de riesgo. Entretanto, no hay que forjarse ilusiones
en cuanto a resultados de bancos y empresas”. Así sostenía
ayer un informe de Deutsche Asset Management, un fondo que maneja US$ 750.000
millones en Fráncfort y Nueva York.
En otras palabras, el avance accionario registrado entre mediados de mayo y de
junio parece haberse adelantado a los hechos y, en este momento, los papeles parecen
caros en relación con las perspectivas reales de las compañías.
Hasta hace pocos días, poquísimos analistas se hubiesen atrevido
a decirlo, especialmente en Wall Street, envuelta en una prematura campaña
por la reelección de George W. Bush.
Durante el último fin de semana, fueron apareciendo malas noticias en varios
sectores. En materia automotriz, pesaba la delicada situación financiera
de General Motors (algunos temen que sufra la suerte de Chrysler en los años
90). En crédito hipotecario, el líder Fannie Mae sufrió en
2002 quebrantos disimulados por una contabilidad ahora bajo investigación
federal. Por diversas razones, el área farmoquímica y la de asistencia
médica pierden rentabilidad. En síntesis, “quizá los
próximos trimestrales nos hagan caer del Nirvana donde vivíamos
desde fines de abril”, anticipaban observadores en Nueva York, plazas europeas.
Hay desconfianza también ante las eufóricas Tokio y Buenos Aires
(una plaza pequeña manejada por media docena de operadores). En la UE,
hubo marcadas bajas en Fráncfort (-1,74%), Londres (-1,62%) y el DJ EuroStoxx
50 (-1,68%). En Wall Street, los descensos eran 1,39% (Dow Jones industrial),
1,48% (Standard&Poor´s 500) y 2,12% (Nasdaq compuesto).
